Es increíble, la cantidad de veces que escuchamos o leemos en prensa, la palabra “droga”, y a todos nos viene a la cabeza, cuando la escuchamos “una sustancia que engancha y es peligrosa”.
Pero, ¿realmente conocemos el verdadero significado de la palabra “droga”?
Pues, allá vamos.
La definición de droga, según la tan famosa y a día de hoy, así como, conocida OMS (Organización Mundial de la salud), debido a la pandemia del Covid-19, es “toda sustancia legal e ilegal, que una vez ingerida por el organismo altera y modifica una o varias funciones del mismo, llegando incluso, a modificar el comportamiento, pudiendo causar la muerte en algunas ocasiones”.
Con lo cual tenemos, punto primero, drogas que son legales, como la nicotina, la cafeína, el chocolate que conocemos en alimentación, las sustancias inhalables, como el pegamento o las pinturas, el alcohol y los psicofármacos.
En muchas ocasiones, olvidamos o minimizamos algunas de las drogas legales, que tenemos tan cerca.
En la mayoría de las personas que presentan un trastorno adictivo, ya de pequeños comentan, sentirse atraídos por el olor o el sabor de algunas de las drogas legales, ingerían en el colegio pegamento y les gustaba, o disfrutaban con el olor de la gasolina o la pintura, que son sustancias inhalables, o se bebían los restos de alcohol en los vasos de sus padres.
A su vez, los psicofármacos se encuadran dentro de las drogas legales las llamadas benzodiacepinas (orfidal, lexatin, diazepam, lorazepam, zolpidem, etc.) recetadas por profesionales de la salud.
Las sustancias ilegales que son drogas, algunas de ellas muy conocidas, la cocaína, el cannabis (la famosa maría, marihuana o el llamado “chocolate”), morfina, heroína, otras menos conocidas, codeína (contenida en numerosos medicamentos para la tos u otros) las drogas de diseño que son aquellas sintetizadas en laboratorios clandestinos (éxtasis, MDMA, anfetaminas, etc.) y drogas alucinógenas (peyote, ayahuasca, setas alucinógenas, etc.), que se encuentran en la naturaleza.
Para continuar con la definición de droga, “que una vez ingerida por el organismo” (esnifada, fumada, inhalada o consumida),” llega a modificar el comportamiento” esto significa que dependiendo de, si son drogas estimulantes o depresoras del sistema nervioso central provocan estimulación y otras aletargan o ralentizan las funciones del sistema nervioso central.
Siguiendo con el concepto,” incluso pueden causar la muerte”, y esto es lo que la mayoría de los consumidores desconoce que las drogas, normalmente bajo un abuso o dependencia, pueden causar la muerte, la adicción es una enfermedad mortal.
Debajo de la adicción a drogas, hay una gran necesidad de anestesiar emociones (tristeza o un gran dolor, enfado, miedo, alegría,…) con el consumo de drogas, es decir, debajo de todo trastorno adictivo a las drogas, hay una vivencia o situación traumática puntual o mantenida en el tiempo que se acaba convirtiendo también, en un trauma.
En todos mis pacientes hay vivencias en su vida muy duras o que a ellos les han provocado tanto dolor, que las han olvidado ocultado o tapado con el consumo de drogas, como bullying, violaciones o abusos sexuales, padres ausentes, que abandonaron a sus hijos, fallecieron o con trastornos adictivos, malos tratos, etc.
El paciente no sabe afrontar dichas experiencias vitales, encontrando en las drogas la manera de sobrevivir a ese gran dolor, o incluso sufrimiento.
Por tanto, es muy importante para una buena recuperación del paciente, que no solo se trabajen los hábitos, comportamientos y aptitudes o la personalidad adictiva, es necesario un tratamiento integral, donde se trabaje cuerpo, mente y las emociones.
En Ita Adicciones, desde el trabajo psicológico clínico vamos a la raíz del problema, a lo que no se ve, llegamos al trauma o a la incapacidad para manejar emociones, que llevaron a nuestros pacientes a no poder parar de consumir drogas legales o ilegales.
Y una vez sanada la herida, y aprendiendo a manejar las emociones, no hay cabida de la droga en las vidas de nuestros pacientes.