En los años 70 y 80, el concepto de adicción, era la dependencia física o psíquica a una sustancia. Ahora en la actualidad, las adicciones son a sustancias psicoactivas o drogas, las llamadas “viejas adicciones” y también se incluyen como adicciones, las adicciones comportamentales o mal llamadas “nuevas adicciones”.
Lo primero que uno se pregunta, es ¿qué es una adicción comportamental?, son aquellas adicciones que normalmente acompañan a las adicciones a drogas, y ambos tipos de adicciones presentan similares síntomas.
Las adicciones comportamentales, son adicciones no químicas, es decir suponen una dependencia a una conducta. Las más conocidas son, la ludopatía o adicción al juego, la adicción a las compras, al sexo o a las nuevas tecnologías (internet, redes sociales, videojuegos, móviles, etc.).
En el DSM-V, el Manual de Diagnóstico y estadística de Trastornos Mentales (EE.UU) Mayo 2013, se incluyeron como novedad, apareciendo contempladas las adicciones conductuales.
Lo que la mayoría desconoce es que “cualquier conducta normal o placentera puede ser susceptible de desarrollar una adicción o un trastorno adictivo”. Es decir, cualquier conducta normal o que provoque placer como lavarse los dientes, deporte, comer, correr, cirugía estética, tomar rayos UVA, al trabajo, etc.
¿Cómo podemos saber que esa conducta es una adicción?
Las adicciones comportamentales son conductas repetitivas que resultan placenteras y que generan una pérdida de control y por supuesto, dependencia. Por parte de la persona que tiene una adicción comportamental, existe una incapacidad para repartir el tiempo en actividades varias y se centra en una sola actividad.
Los trastornos adictivos cuentan con dos componentes fundamentales: Falta de control y dependencia.
La necesidad de repetir compulsivamente esa conducta, es lo que la convierte en adicción, cuando esta conducta me empieza a ocasionar daños o perjuicios en mi vida y no puedo parar de realizarla. Esta es la clave para diagnosticarla.
¿Cuándo pedir ayuda a un profesional? ¿Qué profesional?
La mayoría de las veces, debido a que uno de los síntomas de las adicciones es el autoengaño, la persona que tiene una adicción comportamental no es capaz de pedir ayuda, e intentan ocultarlas. Por eso, son normalmente los familiares los que se dan cuenta antes.
La recomendación, es que acudan a un profesional especializado en este tipo de adicciones, para que les asesore acerca de cómo conseguir que su familiar tome conciencia de que tiene un problema y consigan que se ponga en tratamiento.
En Ita Adicciones, tenemos dentro de nuestro tratamiento grupos específicos de las adicciones comportamentales más comunes (sexo, compras, juego patológico o nuevas tecnologías). Puesto que aunque los síntomas de todas las adicciones son similares, cada una de ellas tiene sus particularidades, y el paciente que se incorpora en un grupo de tratamiento de otras adicciones, que no son la suya, no se siente identificado con el grupo, con lo cual no se vincula con sus compañeros de terapia grupal dando como resultado el abandono del tratamiento, con la consiguiente recaída en la conducta. Las adicciones han de trabajarse a nivel de consulta individual y una vez creado vínculo, pasar a terapias grupales entre iguales, donde poder ver reflejados los síntomas de su adicción en otros, pudiendo reconocerlos en sí mismo.