Los trastornos específicos del aprendizaje (TEA) son los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes en la etapa educativa, con una prevalencia alrededor del 10% en población escolar. El término trastornos del aprendizaje se define como una dificultad inesperada, específica y persistente para la adquisición de un aprendizaje. Así pues, cuando el nivel de inteligencia es adecuado, pero el rendimiento en las pruebas que miden expresión escrita, lectura o matemáticas, es inferior al nivel esperado, estamos ante un trastorno específico del aprendizaje.
La clasificación de los tipos de trastornos de aprendizaje según el manual DSM-V incluye: trastorno de la lectura, trastorno de la escritura y trastorno del cálculo. Concretamente en esta publicación nos vamos a centrar en la dislexia, la disgrafía y la discalculia. A continuación, os vamos a detallar cada uno de ellos:
DISLEXIA
La dislexia es el trastorno específico del aprendizaje más frecuente y constituye el 80% de los diagnósticos de trastornos del aprendizaje, situándose la prevalencia en torno al 2-8% de los niños escolarizados, siendo más frecuente en niños que en niñas.
Esta dificultad de aprendizaje afecta de a la decodificación fonológica (exactitud lectora) y/o al reconocimiento de palabras (fluidez y velocidad lectora). Para los niños que presentan dislexia, leer no es proceso automático por lo que deben esforzarse y focalizar toda su atención para llevarlo a cabo, eso les limita en la cantidad de recursos que pueden emplear para realizar una lectura comprensiva.
Durante la primaria es cuando los signos de dislexia suelen ser más evidentes, entre ellos podemos encontrar:
- Dificultad para establecer la relación grafema-fonema: No conoce el sonido de algunas letras y como consecuencia tiene dificultades para deletrear las palabras.
- Un nivel de lectura por debajo del que se espera para la edad
- Dificultades de comprensión: El hecho de leer les requiere tanto esfuerzo que les dificulta entender el contenido de lo que leen.
- Evitan actividades que conllevan leer.
DISGRAFÍA
La disgrafía se define como un retraso en el desarrollo y aprendizaje de la escritura, concretamente en la recuperación de la forma de las letras y las palabras. Puede referirse a la dificultad en la organización y expresión de sus ideas de manera escrita o a dificultades para escribir con una caligrafía legible. Por ello, es común que los textos escritos por alguien que padezca este trastorno sean ilegibles o difíciles de leer.
Las personas que padecen disgrafía acostumbran a presentar una serie de características en su escritura. Las características más comunes son:
- Caligrafía no reconocible.
- Mala gestión de los espacios entre palabras, frases y líneas.
- Dificultades para coger correctamente el lápiz o bolígrafo.
- Errores en ortografía y gramática.
DISCALCULIA
La discalculia se caracteriza por una dificultad persistente para aprender y comprender las habilidades matemáticas. Tiene una incidencia menor que la dislexia, aunque se trata de un trastorno infradiagnosticado, cuya prevalencia se estima entre un 3-6% de la población.
Se trata de un trastorno que puede afectar a muchas de las actividades cotidianas como por ejemplo interpretación de las escalas de tiempo (calendarios, horarios), el manejo de recursos monetarios y hasta para cocinar (seguir una receta con cantidades, tiempos de cocción, etc.).
Algunos de los signos de alarma que nos pueden hacer sospechar de una posible discalculia son:
- Dificultad en las operaciones básicas (adición, sustracción, multiplicación y división).
- Necesidad de usar los dedos para contar.
- Dificultad para el cálculo mental y para estimar cálculos aproximados.
- Lentitud en la realización de tareas matemáticas.
¿Cómo es el tratamiento de los Trastornos específicos del aprendizaje en Ita?
El hecho de no diagnosticar y como consecuencia no tratar adecuadamente a los niños que presentan trastornos del aprendizaje puede provocar que entren en una espiral de bajo rendimiento académico, baja autoestima y trastornos afectivos y de ansiedad secundarios.
Es por este motivo, que la detección precoz en todos estos problemas es necesaria, con el objetivo de conseguir la adecuada integración social y escolar y prevenir futuras dificultades escolares que podrían entorpecer su futuro escolar y profesional.
En Ita disponemos del servicio de neuropsicología que nace para ayudar en el proceso diagnóstico de las familias y las escuelas que detectan o hacen referencia a dificultades cognitivas o de aprendizaje de sus pacientes o alumnos. Así pues, después de una visita de detección, si se precisa, se contacta con las familias para ofrecer, si se detecta, alguna necesidad de evaluación neuropsicológica o de tratamiento rehabilitador (reeducaciones psicopedagógicas).
Concretamente, las reeducaciones psicopedagógicas consisten en sesiones individualizadas y personalizadas donde se interviene sobre las diferentes dificultades que pueda presentar una persona hacia todo aquello referido al contexto académico.
