Psiquiatría General

Qué es el famoso Síndrome Post-vacacional y cómo combatirlo

22 de Septiembre, 2019 Cristóbal Rivera Mera

La depresión o síndrome post-vacacional podemos definirlo como el estado en el que una persona se encuentra tras fracasar en la adaptación después de un periodo vacacional. Por lo tanto, no hablaríamos de una patología, sino de un “trastorno adaptativo”. Diferentes estudios apuntan que entre un 25 y un 30% de los trabajadores van a padecer este síndrome post-vacacional.

 

Hay una mayor probabilidad de padecer este síndrome en aquellas personas que no encuentran satisfacción en el entorno laboral. También en aquellas con mayor necesidad de control, ya que  tienen la sensación constante de necesidad de comprobación sobre las actividades que realiza,  problemas en la  priorización de tareas y en la toma de decisiones.

 

Los síntomas presentes son diversos y van a depender de diferentes factores personales y ambientales.  En numerosas ocasiones la sintomatología presente es similar a la de un trastorno de ansiedad (sudoración, elevado ritmo cardíaco…)  

De forma generalizada, en las personas que sufren este síndrome, encontramos los siguientes síntomas:

  • Conductas evitativas, en lo que respecta al ámbito laboral.
  • Apatía
  • Cansancio general
  • Falta de energía
  • Negatividad
  • Irritabilidad
  • Percepción continua de no ser capaz de adaptarse al entorno laboral.
  • Falta de concentración
  • Insomnio

 

En cuanto a la duración, podemos encontrar una amplia variación, no durando más de 2 o 3 días en los casos más leves. No obstante, lo más habitual es que los síntomas de malestar acompañen a la persona unas 2 semanas aproximadamente. En los casos más complicados, podríamos hablar de meses.

Algunos consejos sobre cómo combatir la vuelta a la rutina laboral y poder superarlo cuanto antes, serían:

 

  • Recuperar de forma progresiva el horario habitual. Durante las vacaciones no sólo la rutina laboral se ve interrumpida, también lo están nuestro horario de sueño, comidas y actividad física. Retomar poco a poco la rutina disminuye el sentimiento de insatisfacción que podemos sentir tras la vacaciones.
  •  Volver a casa unos días antes de la incorporación al trabajo. Apurar hasta el último momento el periodo estival puede ser muy alentador y atractivo, pero hace que la vuelta sea más difícil. Regresar progresivamente al horario habitual es clave, ya que permite prepararnos física y mentalmente para la  vuelta al ámbito laboral.
  • Priorizar las tareas que tenemos que llevar a cabo, empezando por aquellas más fáciles y de menor duración.
  • Realizar actividades que sean placenteras y satisfactorias. Aprovechar los momentos libres para leer un libro, escuchar música, pintar o aprender algo nuevo ayuda a mejorar el estado de ánimo.
  • Tras el periodo estival, tenemos el riesgo de sobrecargarnos de actividades y propósitos. Tener unos objetivos realistas ayuda a aumentar la sensación de eficacia.
  • Hacer ejercicios de relajación, mindfullness o yoga fomenta la eliminación de pensamientos negativos y  nos mantiene en un estado de ánimo estable.
  • No llevarse el trabajo a casa, delimitar el horario laboral y poder disfrutar de la vida personal es fundamental.

 

Por último, si consideramos que la dificultad en adaptarnos al entorno laboral se excede o  que los síntomas descritos son muy acusados y perduran en el tiempo, es importante buscar ayuda profesional, ya que podríamos estar hablando de cuadros clínicos más complejos como depresión o ansiedad, que difícilmente remitirán sin ayuda especializada.

 

 

 

Director de Ita ABB Málaga

Licenciado en Psicología por la Universidad de Sevilla.

Máster en Psicología de la Slud de la Universidad de Sevilla. 

Especialista en Estudios avanzados en Análisis Transacional (ATA) y trauma, psicoframa, EMDR y psicoterapia sensoriomotriz