A menudo solemos hablar de manera coloquial utilizando términos que no sólo son inadecuados, si no que además conllevan y fomentan el estigma social, sobre todo en salud mental.
La sociedad tiende a juzgar con facilidad, un hecho que hemos de evitar sobre todo cuando hacemos referencia a personas. Elegir el lenguaje adecuado para describir situaciones que tienen que ver con personas con problemas mentales es esencial para acabar con el estigma que envuelve la salud mental.
Los periodistas tenemos la obligación moral de tratar a las personas como eso, personas. A menudo, nos encontramos noticias en medios de comunicación, o personas que tratan de manera incorrecta o peyorativa a otras que sufren una enfermedad mental. Es fácil encontrar noticias en los que el titular sea “un esquizofrénico… , una anoréxica…” Cuando lo correcto sería: “Una persona que tiene esquizofrenia…, una persona que sufre anorexia…”
Según la OMS, los problemas en salud mental afectan al 25% de la población; o lo que es lo mismo, 1 de cada 4 personas tiene o tendrá en algún momento de su vida un trastorno mental. No es difícil parar y pensar en nuestro alrededor para detectar algún caso. La salud mental es cosa de todos, y todos hemos de implicarnos para romper con las etiquetas y las connotaciones negativas de las palabras con las que nos referimos a estas personas.
Esta mala praxis de no utilizar correctamente las palabras hace muy difícil la recuperación de personas que sufren un trastorno mental y que se ven señaladas y envueltas en un estigma que no les ayuda en su recuperación.
Por lo tanto, deberíamos evitar frivolizar con el lenguaje, y usar las palabras adecuadas en cada situación, recordando que todos tenemos salud mental.
¡Acabemos con las etiquetas!
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