Salud Mental

Redes sociales y el poder de la desconexión

26 de Septiembre, 2021 Cecilia Martínez Trujillo

Dulceida (Aida Doménech) y Laura Escanes se dan un respiro y paran sus redes sociales para descansar. Dos de las influencers con más seguidores de nuestro país deciden parar porque no pueden más.

 

No sería noticia si fueran dos jóvenes que pasan en las redes sociales un rato en el que comparten sus vidas, pero en este caso, ambas viven de esta red social.

Han hecho de estos medios sociales digitales (social media) sus fuentes de ingresos, su trabajo.

«Este último año he pasado momentos de mucha debilidad, muchas dudas sobre infinitas cosas, muchos miedos, inseguridades y pérdidas de gente que he querido y querré siempre» escribía Laura Escanes en su cuenta de Instagram para decir adiós de las redes sociales unos días.

 

¿qué les pasa a la influencer? ¿por qué deciden parar?

 

Seguramente se trate de burn-out, esa sensación de no poder más y necesitar desconectar

Y es que vivimos en una sociedad en la que impera la felicidad, la llamada felicidad tóxica, que se refiere a la imposibilidad de estar triste, o al menos, no mostrarlo

En nuestras redes sociales mostramos escaparates perfectos, todo es felicidad, no hay rastro de malos días.

Es importante mostrar a las nuevas generaciones que no hay gloria sin trabajo, no hay éxito sin fracaso, no hay días buenos sin días malos. Nos hemos creado un mundo idílico alrededor de redes sociales donde impera la imagen como tik tok o Instagram en los que todo es bueno, y feliz, nada es malo o feo; y conviene hacer autocrítica. ¿Estamos mostrando un mundo real? ¿las nuevas generaciones están creciendo siendo conscientes de que las redes sociales solo muestran una parte del todo?

 

Seguramente, muchos estaremos de acuerdo en que una red social en la que la imagen impera, queremos mostrar cosas bonitas, pero debemos “educar” a los más jóvenes de que las redes son solo un escaparte. Al igual que en una tienda, se muestra lo más bonito en la vitrina para que los clientes entren a comprar, en las redes sociales solo se muestra una parte de nosotros/as, la bonita, la controlable, pero todos/as tenemos mucho más que mostrar en la trastienda.

 

Es importante explicar a los jóvenes que las rede sociales son solo eso, un escaparate y que la vida real está fuera, en el entorno físico en el que nos movemos. Silenciar nuestras emociones y no escucharnos haciendo caso omiso de lo que sentimos nos puede llevar a sufrir problemas mentales como depresión, ansiedad, o estrés.

Protejámonos y protejamos a nuestro jóvenes y adolescentes fomentando una buena autoestima y una idea y pensamientos críticos ante lo que vemos en redes sociales.

Contar con las herramientas necesarias y con el apoyo y la comprensión del entorno son vitales para pedir ayuda. Si crees que lo necesitas, pide ayuda

Directora de Comunicación en ITA

Periodista, Publicitaria y RRPP