Trastornos de la Conducta Alimentaria

¿Es malo comer delante de una pantalla?

06 de Febrero, 2022 María del Mar Jiménez Ruiz

“Deja el móvil, y come”, “Diez minutos con el youtube y ya está, después te pones a comer”, “Dale el móvil para que vea sus dibujos y nos deje tranquilos”, “Te pongo la tele, y te comes toda la comida ¿vale?”, “Vemos la serie juntos mientras comemos”…Frases como éstas nos han acompañado desde hace tiempo y  más frecuentemente en los últimos años.

 

Las pantallas (móvil, tablet, televisión, ordenador), llegaron a nuestras vidas para mejorar nuestro día a día. Durante el confinamiento, el uso se ha hecho más habitual en todos los ámbitos: en las comidas, en tiempos de ocio, en el trabajo, con los amigos, etc.

 

En estas líneas, nos vamos a dedicar al uso de las pantallas, mientras que se realiza cualquier ingesta. Cerca del 91% de los españoles ingiere alimentos mientras ve televisión, el ordenador, la tablet o el móvil. Son padres y madres, son adultos y adolescentes, y finalmente son los niños y las niñas. Toda la población utiliza las pantallas mientras se come, en mayor o menor medida.

¿Pero qué efectos negativos tiene el uso de cualquier pantalla mientras comemos?

 

Las pantallas comenzaron como un buen recurso de ocio y distracción, pero un uso abusivo, ha generado mayor aislamiento entre los miembros de la familia y por ende mayor dificultad de comunicación entre ellos, ya que dejan de compartir sus experiencias, sentimientos y vivencias del día. Es difícil contar algo a tu familia cuando están entretenidos en ver el capítulo de su serie favorita, una película o el telediario.

 

Las personas que comen frente a pantallas pueden llegar a adquirir cierto enganche y generar ansiedad por no hacerlo. Por ello es importante ir adquiriendo buenos hábitos, desde pequeños, a la hora de comer e incluir nuevas estrategias de desconexión que ayuden a encontrar la tranquilidad y disfrutar de la conversación y compañía familiar. 

 

Cuando estamos comiendo delante de una pantalla, el cerebro no manda señales de saciedad por estar distraído. No se controla lo que se come. Esto ocasiona, principalmente entre los niños y niñas, que puedan comer una cantidad insuficiente o  excesiva porque no conectan con la parte del cerebro que lo regula. A los niños podrías darles algo que no les gusta y ellos abrirían la boca.

 

Estudios han concluido que los niños y niñas entre 1 y 14 años que pasan más de una hora al día frente a una pantalla, comen más comida basura. Una explicación puede atribuirse a la publicidad de alimentos poco saludables, dirigida a los más pequeños/as. En el 2022 está previsto que entre en vigor el nuevo decreto Ley del Ministerio de Consumo que pondrá veto a los anuncios de alimentos con alto contenido en sal, azúcar y grasas.

 

En este sentido, los estudios con respecto al sobrepeso parecen ser bastante consistentes: El uso continuado de las pantallas en los niños tiene un claro efecto negativo sobre el IMC (índice de masa corporal), provocado por el sedentarismo y la falta de control sobre lo que se come. Por este motivo, la obesidad infantil se ha convertido en uno de los grandes problemas de nuestra sociedad actual.

 

Otro de los efectos negativos de comer frente a las pantallas, sería que no conseguimos realizar una alimentación consciente (mindful eating). Al estar distraídos con el móvil, la tablet o la televisión no percibimos, de igual manera, los sabores, las texturas, las cantidades y los aromas de los alimentos que nos estamos comiendo. El acto de comer se convierte en una acción robótica que tenemos que hacer para funcionar sin pararnos a poder disfrutar todo lo que nos aporta sensitivamente.

 

La vida tan acelerada que llevamos genera que le dediquemos poco tiempo a la alimentación de una forma adecuada y se opta por realizar comidas rápidas, poco elaboradas y muy repetitivas, lo que puede conllevar, en los menores, poca motivación al comer y el incremento del uso de las pantallas como medio de distracción.

 

A la vista de todo lo expuesto, podemos concluir que es muy importante comer alejados de las pantallas. Por ello, planteamos algunos consejos para poder conseguirlo:

 

  • El momento de comer se puede convertir en un acto dónde todos participen y colaboren a crear algo agradable y divertido. Participar en los preparativos, traer los cubiertos, rellenar la jarra del agua, etc… Si no se puede hacer de esta forma en las dos comidas principales, dedicarle tiempo en al menos una.
  • Es importante, si se puede, hacer una buena presentación de los platos, y de esta forma, despertar interés y diversión especialmente en los niños.
  • Plantear temas de conversación para favorecer la comunicación. Si no surgen los temas, proponer que cada miembro de la familia elija un tema cada día que le interese y de esta forma se generará la escucha activa y mejorará la atención.
  • Los adultos tenemos que ser referentes en el uso de las pantallas y fomentar los hábitos saludables especialmente con la alimentación. Si los adultos están distraídos por las pantallas digitales, no serán conscientes de lo que comen sus hijos, de qué forma lo comen ni de la cantidad. Si están presentes y atentos podrán detectar alarmas ante posibles trastornos alimentarios.

 

 

Terapeuta Ita ABB Sevilla

Licenciada en Psicología.

Terapia grupal e individual

Especialista en Trastornos de Conducta Alimentaria

Terapeuta familiar sistémica.

Master psicoterapia integrativa y humanista y reprocesamiento del trauma