Para muchas personas el acto de comer es un simple trámite, un momento del día en el que toca realizar una ingesta, normalmente forma parte de nuestra rutina, de nuestro día a día, una actividad más en este sin parar de actividades que es nuestra vida. Para otros sin embargo es un momento complicado, un momento de tensión, segundos en el que las agujas del reloj paran y se convierten en minutos, tiempo en el que aparecen inseguridades, miedos e incertidumbre.
En cambio, para ti, ¿Qué es comer?
Desde nuestro punto de vista, en Ita salud mental nos gusta ver a la comida como una aliada, no como el enemigo que nos impone la sociedad a través de indirectas relacionadas con el peso.
Para nosotros la comida es algo más sencillo, es la manera que tiene tu cuerpo de nutrirse, de hacer crecer los tejidos, de permitir un correcto funcionamiento cognitivo, de darnos energía para disfrutar cada momento.
A la comida no le atribuimos ningún adjetivo, no existen alimentos buenos y alimentos malos, tan solo alimentos. Estos alimentos actuarán en tu cuerpo según como los utilices y combines. Pero, por sí solos, no van a tener una función positiva o negativa.
Lo ideal es llevar una alimentación equilibrada, abierta a todo tipo de productos, sin restricciones, pero eso sí, conociendo la frecuencia de consumo de cada alimento.
No es lo mismo consumir todos los días una pieza de fruta, que consumir todos los días un producto de comida rápida. Ambos son alimentos, pero de frecuencias de consumo muy diferentes, uno diario y otro semanal/mensual.
Una buena elección de alimentos haciendo equipo con: tiempo, constancia, hábitos saludables como calidad del sueño, movimiento y gestión emocional, pueden conseguir mejorar tu calidad de vida, flexibilizar tu día a día, conseguir algún objetivo fisiológico, nutrirte, mejorar la relación con la comida, distinguir entre distintos tipos de hambre, mejorar tu funcionamiento corporal … y mil y una funciones más.
Va siendo hora de empezar a hacer las paces con nuestra alimentación, sin dejarnos llevar por bulos y mitos. Siguiendo nuestro criterio propio y aprendiendo cada día un poquito más de ella.
Día a día nos enfrentamos a retos nuevos y a momentos diferentes en relación a la comida, que esos momentos no estén marcadas por la rigidez que nos ocasiona seguir pautas irracionales, mitos erróneos o atribuciones de funciones mágicas a los alimentos.
Es normal que en este ambiente de sobreinformación en el que vivimos pongamos en cuestión la información que nos llega de ciertos alimentos, si es así no te dejes llevar por lo que dice la mayoría e infórmate a través de profesionales. De esta forma podemos sacarle el máximo partido a nuestra alimentación, adaptándonos al momento en el que se realiza la ingesta y llevando un equilibrio, arriesgando a conocer nuevos sabores y texturas, disfrutando con ella, ya sea en un momento social o individual y lo más importante, cuidando nuestra salud mental.
En definitiva, ¡ver a la comida como una aliada!
