Trastornos de la Conducta Alimentaria

TCA y regulación emocional

06 de Marzo, 2022 Ana Belén Gil

Los trastornos alimentarios son un problema de salud mental donde se observa sintomatología relacionada con la comida y la distorsión corporal. Aunque existen diferentes tipos (anorexia, bulimia, trastorno por atracón, hiperfagia, vigorexia etc.) en función del conjunto de síntomas presente, es importante señalar como todos comparten características comunes. Así, podemos visualizarlo como las diferentes ramas de un mismo árbol, en cuyo tronco encontraríamos una elevada dificultad en la regulación emocional como uno de los principales factores compartidos. Podemos traducir entonces la patología alimentaria como “la manera en que la persona aprende a regular sus emociones y conflictos internos y externos de forma insana”.

 

Gross (2007, 2015) define la regulación emocional como la capacidad de modificar de forma consciente o inconsciente componentes de la experiencia emocional, incluyendo la respuesta fisiológica, la vivencia subjetiva, la expresión verbal y no verbal y las conductas secundarias a la emoción.  En el caso de los trastornos alimentarios, las personas carecen de dicha capacidad, por lo que la experiencia emocional acaba viviéndose de forma incompleta, distorsionada, dolorosa e incluso en algunos casos traumática. Desde ahí, cabe esperar que el trabajo en el área emocional abordando la identificación y aceptación de las emociones, así como la expresión y regulación de  éstas, sea unos de los primeros trabajos que se lleven a cabo de cara al tratamiento en los trastornos alimentarios.

Y, ¿dónde comienza el aprendizaje en la regulación?  En la infancia. Y es ahí, en función del tipo de apego, donde  la persona  con o sin modelo regulador, aprende a gestionar las vivencias y situaciones desde los recursos disponibles. En aquellos   casos en los que la persona carece de estos modelos y  recursos,  será más probable que el síntoma acabe apareciendo como  elemento regulador disfuncional, apareciendo  la hiperactividad, la restricción o el vómito entre otros.

 

Teniendo todo esto en cuenta,  cabría señalar  el contexto social, relacional y terapéutico  como el espacio   ideal donde  la persona puede  adquirir y aprender éstos modelos de regulación  unido a  estrategias y herramientas adecuadas para   manejar las emociones de forma sana y satisfactoria

Psicóloga de Ita ABB Málaga

 

Psicóloga y psicoterapeuta de Ita desde 2014

Formación en Trauma y Apego

Formación en EMDR