El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un trastorno neurobiológico de carácter crónico que afecta entre un 5 y un 10% de la población infantil. Se caracteriza por una dificultad en mantener la atención voluntaria frente a actividades, tanto académicas como cotidianas y la falta de control de impulsos.
Es un trastorno que evoluciona desde la infancia hasta la adolescencia y la edad adulta y que tiene graves repercusiones en la vida del niño.
Investigaciones actuales nos muestran que hasta un 70% de los niños que presentaban TDAH en su infancia continúan sufriéndolo y teniendo dificultades cuando son adultos.
Los adultos con TDAH tienden a sufrir alteraciones en el rendimiento académico, adaptación laboral, problemas en las relaciones interpersonales, problemas en la conducción y un elevado riesgo de consumo de sustancias tóxicas.
Como sucede con otros trastornos, el TDAH va ligado algunas veces de otros trastornos psiquiátricos y médicos. Estudios hechos sobre la comorbilidad con Trastornos de Uso de Sustancias muestra que las tasas de abuso y dependencia de sustancias más elevadas se dan en pacientes que sufren algún TDAH en referencia a la población general.
Las personas que sufren un TDAH durante la infancia tienden a iniciarse en el consumo de sustancias en una edad más temprana. La evolución hacia un abuso o dependencia es más rápida en estos pacientes.
Pero, ¿por qué las personas con TDAH tienen más predisposición a sufrir Trastornos por Uso de Sustancias?
Las características del TDAH, como serían la impulsividad o los problemas sociales, podrían predisponer al consumo de drogas. Una de las consecuencias de la impulsividad es el no saber medir la repercusión de las decisiones tomadas. Por lo tanto, las personas con TDAH podrían tener menos miedo a consumir drogas y las consecuencias de estas. Otra hipótesis es la “automedicación”, ya que buscan alivio a sus síntomas a través del consumo de sustancias.
Por tanto, una persona que sufre ambos trastornos tiene un cuadro clínico más complicado y su evolución será más dificultosa, ya que sufre los síntomas de dos trastornos. Es importante prevenir los posibles factores de riesgo que generan el nacimiento de estas conductas adictivas y prestar atención a las señales de alarma que nos pueden dar indicio sobre la presencia de una adicción, para poder tratar cuanto antes el problema y ayudar al paciente.