Los Trastornos de Conducta se caracterizan por un patrón grave de comportamientos que conllevan a la perturbación de la convivencia, la oposición a normas y límites, y el desafío de la autoridad. Este tipo de trastorno solo se puede diagnosticar hasta los 18 años, si el paciente ha superado esta edad, pasaríamos a hablar de otro tipo de trastorno.
El Trastorno Disocial se trata de un patrón de comportamiento persistente y repetitivo donde se violan los derechos básicos de los otros y normas sociales. La persona que sufre el trastorno es consciente de que lo que está haciendo es incorrecto. Los comportamientos típicos que se dan en las personas que sufren este trastorno son: agresiones a otras personas, dañar la propiedad ajena y violaciones de las normas. Además de esto, el trastorno puede provocar un deterioro de la actividad social, académica o laboral.
Cuanto más temprano se producen los síntomas trastorno, más grave tiende a ser el trastorno. Así pues, es muy importante atender al paciente a la edad de inicio del trastorno.
Para poder identificar el trastorno cuanto antes, alguno de los signos que se dan son:
- Vulneración de los derechos y normas sociales.
- Conflictos interpersonales.
- Sufren una adaptación negativa a un entorno problemático.
- Comportamiento emocional abusivo.
- Infracciones a las reglas.
- Comportamiento agresivo.
- Ha llevado o lleva a cabo robos dentro o fuera del hogar.
- Presenta absentismo escolar o fugas del domicilio.
En ITA tratamos este trastorno a través de una intervención psicológica, médica y social, incluyendo el apoyo a las familias a lo largo de todo el proceso terapéutico.
