Hoy 28 de mayo se celebra el Día Mundial de la Nutrición. Evento que esta organizado por la Federación Española de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) y viene celebrándose desde el año 2002. Cada edición se caracteriza por la difusión de un mensaje, en forma de lema, que alude a un tema específico.
Este año el lema elegido es “Vayamos al grano”. El objetivo de este celebración es concienciar de lo necesario que es seguir una alimentación saludable.
En España contamos con uno de los modelos alimentarios mejor valorados, la dieta Mediterránea, la cual se
caracteriza por ser una alimentación variada y equilibrada.
Hoy en día, y debido al estrés y las prisas en la que muchas veces nos encontramos, no permiten que prestemos demasiada atención a la nutrición y pensamos que con sólo comer es suficiente, hay una gran diferencia entre nutrición y alimentación.
La crisis sanitaria a causa del covid-19 que esta viviendo el país ha puesto en riesgo nuestra salud pero no todo ha sido negativo. La alimentación es el pilar fundamental para conseguirlo y el confinamiento ha ayudado a mejorar nuestra manera de alimentarnos, volver a prestarle la atención que merece y la tarea importante que ahora nos queda es conseguir que estos hábitos perpetúen en el tiempo y se adquieran como un hábito permanente.
Una alimentación saludable es aquella que aporta todos los nutrientes necesarios para un correcto funcionamiento del organismo, no solo cubriendo nuestras necesidades fisiológicas o patológicas, sino que debe incluir los aspectos culturales, económicos y sociales de la persona. Lo ideal de una alimentación es que sea equilibrada. Para establecerla, es conveniente combinar todos los alimentos, que nuestra alimentación sea variada ya que no hay ninguno que contenga todos los nutrientes necesarios para el organismo. Además ha de ser rica y apetecible ya que de lo contrario no se mantendrá en el tiempo y, por tanto, abandonando.
En la unidad de Trastornos Alimentarios, los pacientes ingresan en nuestro centro con serios problemas asociados a la alimentación, tanto en su forma de pensar sobre la comida como la conducta alimenticia. Pueden comer mucho menos o mucho más de lo necesario.
Como nutricionista de la unidad el plan nutricional que se establece no solo se basa en el consejo dietético
individualizado que garantice un adecuado estado nutricional sino que debe buscar educar al paciente, proporcionándole la información necesaria que le permita la modificación a largo plazo de los hábitos alimentarios: mejorar su actitud y comportamiento en relación a la comida, alcanzar una mejora en el patrón alimentario, aclarar mitos, trabajar sobre el aspecto cuantitativo con el fin de alcanzar el equilibrio nutricional… siempre con cambios pequeños y graduales para que de ese modo el paciente pueda interiorizarlos como suyos.
Feliz Día de la Nutrición