Trastornos del Neurodesarrollo

Hospitalización y Trastorno del Espectro Autista

12 de Diciembre, 2021 Berta Massaguer Bardají

Algunas personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) pueden requerir un ingreso en régimen de hospitalización completa en algún momento de su vida, debido a las comorbilidades y alteraciones conductuales graves que pueden presentar. En algunos casos, las alteraciones conductuales pueden llegar a ser muy graves e invalidantes, imposibilitando que el adolescente pueda participar de su contexto natural de referencia. En consecuencia, estas conductas tienen un impacto en la calidad de vida del adolescente, así como de su familia y entorno de referencia.

 

Cabe mencionar que la hospitalización no es una indicación terapéutica específica para intervenir en el TEA, ni es una medida necesaria en todos los casos. En Ita pretendemos dar respuesta a aquellos chicos y chicas que han realizado varios ingresos hospitalarios a lo largo de su vida y no han respondido positivamente a éstos, bien porque requieren de una intervención más intensiva en un momento puntual de su desarrollo y la necesidad de realizar un trabajo terapéutico específico y una nueva orientación y soportes en su contexto natural, o bien porque son casos que se muestran resistentes a los tratamientos recibidos y requieren de un abordaje terapéutico intensivo y de mayor duración.

No existen dos personas con TEA que sean iguales, es por esa razón que en nuestra unidad se persigue la individualización del tratamiento y la necesidad de realizar un vestido a medida a cada uno de nuestros pacientes. Así mismo, cabe destacar que se trabaja con herramientas y estrategias específicas que tienen validez y fiabilidad en el tratamiento del TEA, así como trabajamos bajo el paradigma del Apoyo Conductual Positivo, que persigue siempre el respeto hacia la persona, un carácter preventivo, se adapta al entorno y enseña habilidades sociales y estrategias a la persona atendida para fomentar su capacidad adaptativa y funcionalidad. Realizamos una evaluación de la conducta problemática, así como de los factores ambientales, los contextos en los que se producen y los factores de protección/rechazo que adopta la persona. Seguidamente, elaboramos un Plan de Apoyo Conductual Positivo individual y personalizado para cada uno de nuestros pacientes, en el que basamos nuestra intervención.

Trabajamos con un equipo multidisciplinar que abarca disciplinas como la psicología, la psiquiatría, la medicina, enfermería, la psicopedagogía, la terapia ocupacional, el trabajo social, etc. con el fin de proporcionar una intervención holística que atienda a todas las características y necesidades de los pacientes.

 

Tenemos una visión comunitaria, puesto que somos conscientes que las personas con TEA presentan dificultades para generalizar los aprendizajes que puedan realizar en un contexto específico, además que nuestro objetivo es dotarles de estrategias y el soporte que requieran para adquirir una mayor funcionalidad en su contexto de referencia, y no exclusivamente en nuestro contexto de hospitalización, ya que si fuera así, la intervención no tendría un impacto real y de duración en su vida cotidiana.

Es por esa razón que trabajamos en red con otros recursos, además de realizar actividades socioeducativas y terapéuticas con los pacientes en contexto natural, asegurando así una mayor comprensión e interiorización de los aprendizajes que vayan realizando.

 

Así mismo, consideramos que la familia es el motor y soporte principal del adolescente con TEA. Es por esa razón que involucramos a las familias en el tratamiento, con el objetivo de empoderarles, proporcionándoles pautas y herramientas a nivel individual y a nivel grupal en los grupos de familias que se realizan en la unidad. Así mismo, con la finalidad de profundizar y modificar ciertas dinámicas familiares, se realiza un trabajo terapéutico familiar con orientación sistémica.

 

En Ita contamos con unidades de hospitalización infantojuveniles específicas para el Trastorno del Espectro Autista y otros trastornos del neurodesarrollo, dirigidas a adolescentes que presentan graves alteraciones conductuales o comorbilidades que imposibilitan su convivencia y desarrollo en su contexto de referencia.

El objetivo principal es dotar al adolescente y a su familia de herramientas y estrategias, así como dotarle de una estructura que pueda sostener en su contexto natural, además de vincularle a los recursos de la comunidad que le puedan ser de utilidad y le puedan beneficiar en su desarrollo diario.

 

Coordinadora clínica de la Unidad de Neurodesarrollo de Ita Argentona.

 Psicóloga sanitaria experta en intervención y diagnóstico de los Trastornos del Espectro Autista. 

Educadora social. 

Postgrado de Experto en Intervenciones Sistémicas en la Escuela de Terapia Familiar de Sant Pau.

Doctoranda en Psicología

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