Salud Mental Adolescente

Autocuidado

23 de Enero, 2022 Juan Pablo Muñoz

Desde la pandemia por Covid que estamos dando más importancia al tema del cuidado y al autocuidado, sobre todo con el aumento tan significativo que se ha visto reflejado en las estadísticas de salud mental y en los servicios de salud tanto física como mental colapsados.

 

Por esto primero hay que saber que es el autocuidado. Como es obvio desde su definición sería “cuidar de uno mismo”. En muchas ocasiones interpretamos este “cuidar de uno mismo” como mimarse o darse regalos, los consejos suelen ser tipo de “hazte un regalo, haz meditación, come saludable, date un capricho…” y esto es solo una parte del autocuidado. El autocuidado nace como un concepto de enfermería donde el sentido es que las personas se hagan responsables de ellos mismos y de la situación en que viven, es decir que el autocuidado también requiere una observación e implicación en actividades que no son necesariamente placenteras para el individuo, y esto se hace con una finalidad de mejora, ya sea en un área concreta, como la salud física, o general, como estilo de vida. Por esto es importante señalar que es diferente el simplemente “sentirse bien” y el “mejorar”, los cuales no necesariamente van de la mano. El autocuidado es mejorar y no solo sentirse bien, lo importante es que, si hay una actitud de “mejorar”, a medio o largo plazo hay un “sentirse mejor o sentirse bien”. Claro está que este mejorar no excluye ciertos caprichos que nos podemos dar a nosotros mismos.

Esto me recuerda al mito de Ulises y las Sirenas:

Ulises necesita pasar por la isla de Sicilia donde se encuentran las sirenas y una de sus características principales es que poseen un dulce canto gracias al cual atraían a los marinos, los cuales saltaban al mar para escuchar mejor su música, muriendo ahogados en el mar y luego siendo devorados sus cuerpos por las sirenas. Estas sirenas tenían una obligación, que es que, si algún hombre era capaz de oírlas, pero no se sentía atraído por ellas, estas debían morir.

Ulises debe pasar por donde habitan las sirenas y quiere escuchar el canto de las sirenas (placer o darse un “regalo a uno mismo”), pero a la vez se cuida a el mismo pidiendo que le aten al mástil de su barco (autocuidado o autoprotección) y pone cera en los oídos de sus marinos para que ellos no escuchen los cantos de las sirenas (petición de ayuda, mecanismo social para auto restringirse).

A todo esto, hay que agregar que Ulises tiene un objetivo o finalidad que es regresar a su hogar (Ítaca), este objetivo es aquello que le da sentido al autocuidado y sin el cual difícilmente haremos estas acciones para mejorar.

 

En el presente hay un sin fin de cantos de sirena, algunos más peligrosos que otros. Si nos quedamos solamente con el “sentirse bien” escuchando el canto de las sirenas entonces no hay autocuidado ni responsabilidad con uno mismo. Si tenemos un objetivo o sentido de vida (nuestro Ítaca personal), entonces es más complicado que naufraguemos y será más probable que cuidamos de nosotros mismos y de nuestro entorno, que al fin de cuentas cuidar de nuestro entorno es una forma indirecta de cuidarnos a nosotros mismos.

Director de Ita Tarragona

Psicólogo y psicoterapeuta de Ita dese 2011

Máster en Terapia Cognitivo Social

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