La dependencia emocional es un estado psicológico que tiene lugar en las relaciones personales, ya sean familiares, de pareja o de amistad. Se trata de un patrón persistente de necesidades emocionales insatisfechas que se intentan cubrir de forma desadaptativa con otras personas.
Disponemos de algunos indicadores que nos orientan en la identificación de un alto grado de dependencia emocional:
· Anteponer el bienestar de la otra persona y sus deseos; anular las propias necesidades, incluso, las rutinas y responsabilidades. “La propia felicidad pasa por la felicidad del otro”.
· Idealizar al otro; la persona dependiente sobrevalora las cualidades del otro, buscando en los demás aquello que cree que no tiene, como la iniciativa, la toma de decisiones, la seguridad, etc.
· Complacer y evitar el conflicto, actuando desde el miedo desmesurado a perder a esta persona. Raramente conciben su existencia sin una relación de exclusividad (o de pareja).
· Baja autoestima, es decir, baja satisfacción con ellos mismos, sometiéndose a una desvalorización permanente, sintiendo que no están a la altura con el otro. Se busca la aprobación a través de los demás.
· Modificar el propio comportamiento, con cambios notables en la forma de ser y de actuar cuando están con la otra persona, incluso inhibiendo aspectos fundamentales de la propia personalidad.
· Mostrar el afecto continuamente. Las personas con dependencia emocional buscan indicios de cariño, comprobando el buen estado de la relación con el otro. Esta necesidad es insaciable, erosionando dicha relación, puesto que los celos son constantes. Es frecuente que se lleven a cabo infinidad de actos con el fin de evitar que la relación con el otro se termine.
·Sentirse culpable constantemente, incluso ante las desvalorizaciones recibidas del otro y de comportamientos de maltrato.
·Distanciarse de otros amigos y familiares. Se reduce la frecuencia de actividades de ocio con otras personas allegadas. Es frecuente que se den enfrentamientos cuando se percibe en el entorno el impacto psicológico que genera la relación, puesto que es habitual que la persona se sienta atacado y poco comprendido.
La etapa final de la adolescencia e inicio de la juventud es un período muy crítico en el que se vive el despertar de las relaciones de pareja. En estos momentos, la persona busca seguir el proceso de construcción personal a través de sus iguales, siendo incondicional la entrega a ellos, incrementando la influencia del otro en la vida del joven. Junto con este aspecto, debemos entender ¿cuáles son algunas de las causas de la dependencia emocional?
· Tópicos sobre el “amor romántico”, siendo una serie de valores distorsionados sobre el amor. Se caracterizan por dependencia, subordinación y obediencia dentro de la relación. Algunas de estas ideas compartidas giran en torno a la complementariedad o mito de “la media naranja”, a la omnipotencia del amor o a la justificación de los celos, por ejemplo.
· Sobreprotección parental. Es una modalidad de vinculación que no ofrece a los niños la capacidad de desarrollar su autonomía, interfiriendo en la construcción de su propia identidad. La persona dependiente ha podido generar ideas de sí mismo en torno a la incapacidad y desvalorización, buscando la compensación mediante la presencia de otra persona que complete sus carencias.
· Dificultades de regulación emocional de las personas dependientes. Es por ello la vinculación con una alta tasa de problemas psicológicos como la ansiedad, la depresión, aislamiento, sentimientos de vacío emocional, insatisfacción personal y corporal, conductas adictivas, conductas suicidas, etc.
Podemos minimizar el riesgo de que nuestros niños y jóvenes se construyan alrededor de la dependencia emocional, reforzando los principales factores de protección:
- Ampliar las competencias personales
- Reforzar la autoimagen y autoestima
- Aumentar las habilidades sociales para ser independientes de los demás, capaces de decir que no, de autoafirmarse, tener su propio pensamiento y no por ello se rechazados
- Entrenar en solución de problemas
- Ampliar la red social y familiar
