La AUTOESTIMA es uno de los ejes cardinales del mundo interno de una persona. La palabra viene de la raíz griega “Auto”- que significa por sí mismo o propio y la palabra “estima” del latín que significa evaluar, valorar o tasar. Se trata de la valoración que cada persona hace sobre sí misma.
Pensar sobre nosotros (nuestras cualidades, habilidades, acciones, nuestra historia) con respeto es una clave esencial para desarrollar el amor propio. Cuando la autoestima se encuentra en niveles bajos limita o condiciona la seguridad personal, la construcción de la identidad, la toma de decisión y la sensación subjetiva de bienestar.
Se inicia en la infancia, a través de los logros personales, las vivencias más primarias y los vínculos significativos. Se va nutriendo a lo largo de la vida y depende de la comprensión que se tenga de uno mismo (el autoconcepto) junto con el dialogo interno que desarrollamos con nosotros mismos cada día.
Nathalie P. Lizeretti habla de varias dimensiones por las que se ordenan la esencia de una persona: la dimensión existencial, la experiencial, la relacional, la creativa y la afectiva.
A partir de estas dimensiones, propongo cinco pautas para desarrollar y mantener una autoestima saludable y algunas preguntas que puedo señalarme a mí misma:
- Escuchar y sentir las emociones. Confiar en que nuestros pensamientos, emociones y acciones, coherentemente engranados, son clave para el autoentendimiento.
¿Qué siento y con qué se relaciona?
- Recordarnos cada día cualidades positivas que tenemos, en base a nuestras propias acciones cotidianas. Hablarnos con respeto y compasión en el caso de cometer errores.
¿Quién soy y cómo soy? ¿Quiero mejorar en algún aspecto?
- Desarrollar nuestros deseos y necesidades personales (además de las responsabilidades), defender nuestros derechos para lograr sentirnos más satisfechos con nuestras metas existenciales y proyecto vital.
¿Qué nos gusta hacer y qué nos divierte? ¿Qué necesito?
- Cuidar las rutinas de higiene personal, alimentación, deporte, sueño, trabajo, tiempo libre y espiritualidad.
- Desarrollar espacios interpersonales de calidad con otros seres humanos en los que recíprocamente nos tratemos con amor, respeto y dignidad.
Mejorar la autoestima es clave para el bienestar. Con voluntad, trabajo y el empuje de la ayuda profesional se consigue mejorar la valoración de uno mismo. En Ita Salud Mental creemos que es un aspecto fundamental y trabajamos cada día con todas las personas que nos solicitan ayuda para reforzar y mejorar la visión sobre uno mismo.
