Salud Mental

El sentimiento de soledad en la adolescencia

28 de Abril, 2024 Gemma Marín

Adentrarse en la mente del adolescente es un viaje apasionante para aquellos que trabajamos con este colectivo. Como en cualquier expedición, hallamos infinidad de conceptos, percepciones o sentimientos capaces de sorprendernos y desafiarnos a replantear lo aprendido. En este artículo, exploraremos brevemente las complejidades de una compañera inesperada dentro de la psique adolescente: la soledad. O mejor dicho, el sentimiento de soledad. 

 

Históricamente, se ha asociado este concepto a etapas vitales avanzadas, donde la persona enfrenta dificultades, como la disminución del acompañamiento familiar y la limitación en las relaciones sociales. Sin embargo, estudios recientes sugieren que alrededor del 25% de los jóvenes en España sufren esta sensación. 

Entendemos el sentimiento de soledad como un estado emocional en el que la persona experimenta un profundo sentido de distanciamiento y desconexión, incluso en compañía de otros. Es esto último lo que diferencia este concepto del aislamiento físico o social. Por tanto, será difícil tratar de comprenderlo observando únicamente el contexto. Deberemos abordarlo valorando factores internos y externos al individuo. 

 

La adolescencia es una etapa de transición que implica cambios en todas las esferas. Entre ellos, observamos la tendencia a distanciarse gradualmente de la familia para explorar y desarrollar relaciones sociales más complejas. Esto es un proceso saludable que contribuye a forjar su propia identidad fuera del núcleo familiar, pero a su vez puede contribuir a aumentar la percepción de soledad. El proceso de construcción de la propia identidad y los niveles de autoconfianza con los que se disponga afectarán estrechamente a la percepción de la soledad de cada individuo. Además, actualmente, los cambios en las vías de comunicación social y el uso descontrolado de las redes sociales pueden promover interacciones superficiales, que intensifiquen la sensación de desconexión. 

 

Este sentimiento afecta en diferentes intensidades, dependiendo del nivel de percepción de la emoción y la relación que pueda establecer el individuo con ella, pero también la capacidad de la familia para acompañar al adolescente. 

 

Para ello, será importante poder aceptar y validar su experiencia como una percepción legítima del momento vital. En este aspecto, la terapia puede ser una herramienta efectiva, pero será crucial que la familia comprenda de un modo global el sentimiento de soledad en la adolescencia. Para ello, es importante que los referentes sean a su vez conscientes de cómo ellos mismos manejan esta sensación. Procurando fomentar un ambiente familiar y emocional seguro que promueva relaciones afectivas sólidas, dentro y fuera del domicilio. 

Psicoterapeuta en Ita Canet de Mar especializada en Salud Mental Adolescente.

Graduada en Psicología en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Master en Psicología General Sanitaria en la Universidad Internacional de la Rioja.

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