Trastornos de la Conducta Alimentaria

Creencias erróneas sobre los TCA 

20 de Octubre, 2024 Sherezade Salado Jurado

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son un conjunto de trastornos psicopatológicos que se caracterizan por presentar una conducta disfuncional en relación con la ingesta alimentaria, manifestando conductas extremas de control del peso y una alteración significativa en la percepción de la imagen corporal (Baladia, 2016). En la actualidad, cada vez son más las investigaciones científicas que ayudan a esclarecer esta enfermedad, sin embargo, continúan las falsas creencias sobre ella. Entre ellas podemos destacar: 

 

1. “Quien tiene un trastorno de la conducta alimentaria debe estar muy delgada” 

Una de las creencias erróneas que más abundan sobre los TCA es que toda aquella persona que lo padezca debe estar delgada o en infrapeso. La realidad es que la apariencia física en muchas de las personas que tienen este problema de salud mental se ubica dentro de lo que se considera un cuerpo normal dentro de los baremos del normopeso. Esto provoca que haya casos en los que sea difícil detectar el trastorno alimentario ya que, de cara a los demás, no es aparentemente visible. 

 

2. “Hay dos tipos de trastornos de la conducta alimentaria: anorexia y bulimia”. 

Otra de las creencias erróneas más repetidas es el pensar que los TCA son solo la anorexia y la bulimia. En el DSM-V, además de la anorexia y la bulimia, existen el trastorno por atracón, el trastorno de la conducta alimentaria no especificado (TCANE), el PICA, el trastorno por rumiación y el trastorno por evitación y/o restricción de alimentos.  

 

3. “La mayoría de los casos de trastornos de la conducta alimentaria son diagnósticos de anorexia”. 

El pensar que la anorexia es el TCA más frecuenta también es una falsa creencia. El Ministerio de Salud y Consumo ha elaborado la Guía de Práctica Clínica sobre los Trastornos de la Conducta Alimentaria en la que se expone que la mayor parte de los casos que se diagnostican son de bulimia nerviosa.  

4. “Los trastornos de la conducta alimentaria sólo afectan a las mujeres”. 

La mayor parte de las personas asocian los TCA a las mujeres. Esto puede ocurrir debido a que el mayor porcentaje de diagnósticos de TCA se encuentra en población femenina. Sin embargo, cada vez hay más casos en los que se detectan problemas de la conducta alimentaria en niños y hombres, por lo que no es solo un problema de chicas. 

 

5. “Los trastornos de la conducta alimentaria son cosas de la adolescencia”. 

La idea de que los TCA sean “cosas de la edad” es algo que también es muy común, pero la realidad es que esta enfermedad puede estar presente en cualquier edad, desde niños/as pequeños (8-9 años) hasta adolescentes, adultos y mayores. 

 

6. “Los trastornos de la conducta alimentaria no dejan secuelas”. 

Otra de las creencias erróneas más habituales es el pensar que el TCA no deja secuelas tras su recuperación. Los trastornos de la conducta alimentaria pueden repercutir tanto a nivel psicológico como a nivel físico a largo plazo. Dependiendo de la duración y gravedad del TCA, pueden aparecer casos de osteoporosis, problemas gastrointestinales, irritación crónica de la garganta e incluso problemas de infertilidad. Además, hay algunos factores a destacar que dificultan la recuperación: por un lado, los factores genéticos y la comorbilidad con otras enfermedades afectan a nivel significativo en el proceso terapéutico de recuperación; por otro lado, la influencia del grupo de iguales y de la familia también es importante a tener en cuenta a la hora de la evolución, ya que pueden interferir y actuar como perpetuadores de los síntomas. Por último, la personalidad juega un papel fundamental en la recuperación del trastorno alimentario ya que, por ejemplo, personas con una personalidad muy perfeccionista o controladora pueden tener más dificultades a la hora de remitir sus síntomas.  

 

7. “Si la persona vuelve a comer con normalidad significa que está curado”.  

El hecho de que una persona vuelva a tener un patrón alimentario aparentemente normal no significa necesariamente que esté libre del TCA. Las conductas alimentarias pueden llegar a normalizarse, pero el miedo a la comida, la obsesión por el peso o la insatisfacción corporal pueden persistir si no se abordan desde el principio del tratamiento.  

 

Desmontar estas creencias erróneas es fundamental para mejorar la comprensión y el manejo de los trastornos de la conducta alimentaria. La educación sobre los TCA permite ser más empáticos y poder brindar el apoyo adecuado a aquellas personas que lo necesiten.  

 

Bibliografía  

 

  • Baladía, E. (2016). Trastornos de la conducta alimentaria: Guía para el tratamiento nutricional. Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA). 

 

  • American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.).  

 

Psicóloga de Ita Sevilla

 

Graduada en Psicología por la Universidad de Sevilla.

Máster en Intervención y Mediación Familiar en la Universidad de Sevilla.

Máster en Psicología General Sanitaria en Universidad Isabel I de Castilla.

 

Cuenta con diversos cursos y formaciones específcias en materias como:

Curso en Psicooncología Básica para el Personal de la Salud.

Curso en Psicooncología en Cuidados Paliativos.

Curso en Primeros Auxilios Psicológicos.

Curso Introductorio al Autismo.

Curso en Diagnóstico Psicopedagógico Clínico.

Curso en Formación en Prevención y Atención ante la Violencia Sexual Infantil: Trabajando en Red.

Curso en La Clínica de los Trastornos Oncológicos para el Psicooncólogo.

Curso en Aproximación Práctica en Intervención en Duelo.

Curso Universitario de Especialización en Educación en Sexología y Sexualidad Humana.

Contacta con nosotros