Los problemas alimentarios suelen detectarse mayoritariamente en la adolescencia. Los llamados TCA: anorexia, bulimia y trastorno por atracón son los más habituales entre la población de 13 a 17 años. Detectar de manera precoz estas enfermedades en los institutos supone un avance en cuanto a la prevención de estas enfermedades. Los trastornos alimentarios se consideran un problema de salud pública por su elevada incidencia, especialmente entre los jóvenes.

La Anorexia, la Bulimia y el Trastorno por Atracón son considerados trastornos mentales graves.

Los Trastornos Alimentarios tienen en común factores como el miedo a engordar y ser rechazado, la alteración del peso y la obsesión por la silueta y la imagen corporal.

La dependencia de la valoración de los demás desencadenan alteraciones graves de la conducta alimentaria y de la vida afectiva. En ellos, la relación con el cuerpo y con la comida se convierten en una forma de controlar y aliviar las propias emociones o de expresar sentimientos que no saben gestionar.

Por este motivo, el tratamiento y la prevención deben tener como objetivo además del restablecimiento físico, el desarrollo de la autoestima, la gestión de las emociones y la creación de una escala de valores lejos de los estereotipos. Es significativo que el 70% de los adolescentes no se sienta a gusto con su cuerpo y que 6 de cada 10 adolescentes crean que serían más felices si estuviesen más delgadas.

La detección precoz de estos trastornos mejora el pronóstico, el tiempo de evolución de la enfermedad y permite la intervención temprana para prevenir el desarrollo de un cuadro completo y grave de estas enfermedades. Así lo demuestra nuestra experiencia en Mijas, donde durante nueve años hemos implementado un programa de prevención en siete institutos en colaboración con el ayuntamiento de la localidad.

El programa, en el que participan profesionales expertos en trastornos de la conducta alimentaria y técnicos del ayuntamiento va dirigido a los alumnos de 3º de ESO de la localidad malagueña y está dividido en tres fases:

• Prevención primaria. Dirigida a potenciar una buena autoestima, una autoimagen positiva y un espíritu crítico. Consta de tres sesiones:
  • Hábitos alimentarios saludables
  • Herramientas para que puedan ser críticos con la realidad que les rodea
  • Autoestima
• Recogida de datos para la detección de personas que padecen TCA o están en riesgo de padecerlos. Señales de alerta.
  • Realización de dos test: EAT40 (Eating Attitudes Test) y BSQ (Body Shape Questionnaire)
  • Recogida de datos epidemiológicos: peso, talla, hábitos alimentarios e índice de masa corporal
• Prevención secundaria. Una vez detectadas personas con rasgos de alerta, se cita a sus padres. En esta fase se realizan siete sesiones con los jóvenes y tres con los padres dirigidas a la detección de señales de alerta, implantación de hábitos saludables, comunicación y defensa ante la presión social de ciertos modelos o estereotipos.

El programa se complementa con una formación dirigida a profesores, padres y profesionales sanitarios, claves en la prevención de los trastornos más habituales de la conducta alimentaria.

En Mijas el 5,6% de los jóvenes del programa ha mostrado señales de alerta, hecho que ha permitido una intervención temprana, esencial para un buen pronóstico de estas enfermedades cuya prevalencia es cada vez más elevada entre la población juvenil.

Los institutos son buenos lugares para detectar problemas y llevar a cabo programas de prevención como el de Mijas, que indican que la detección temprana de los rasgos de alarma es una oportunidad única para prevenir el desarrollo de estas enfermedades de grave riesgo para la salud física y mental de los jóvenes.

Ita, especialistas en salud mental

Somos una red de recursos asistenciales integrada por centros altamente especializados en el tratamiento de diferentes trastornos de salud mental. Nuestro modelo, con más de 20 años de experiencia en asistencia, investigación y docencia nos sitúa como el primer grupo especializado en salud mental de España.

Nuestro objetivo es acompañar al paciente en la construcción de un proyecto de vida autónomo, lejos de la enfermedad. Para ello hacemos un seguimiento personalizado que le permite prevenir recaídas y una recuperación en todos los ámbitos: biológico, psicológico y social.

Para ello, ofrecemos un modelo de tratamiento integral y unas instalaciones que garantizan un alto nivel de eficacia terapéutica desde un abordaje biopsicosocial de la enfermedad. Es fundamental, además de trabajar con la persona afectada, trabajar su realidad social y familiar, ya que en este tipo de enfermedades el papel de la familia es clave.

Contamos con un equipo de más de 800 profesionales que trabajan de manera coordinada desde diferentes especialidades sanitarias y sociales. Psicólogos, psiquiatras, médicos, nutricionistas, psicopedagogos, enfermeros, auxiliares y personal de apoyo que se coordinan para dar respuesta a situaciones complejas con el máximo nivel de efectividad, que nos hace lograr un alto grado de satisfacción y confianza de los pacientes, sus familias y profesionales sanitarios.

En Ita somos especialistas en salud mental. Podemos ayudarte.