Trastornos de la Conducta Alimentaria

Tips para familias: ¿Cómo hablar de imagen corporal y autoestima en casa?

17 de Agosto, 2025 Cristina Pérez Galindo

La imagen corporal se refiere a pensamientos y sentimientos de un individuo hacia su cuerpo y apariencia física.  Este constructo es muy significativo en aquellas personas que padecen un TCA ya que suelen presentar incapacidad para reconocer la propia apariencia. Es decir, la evaluación del tamaño que tienen de su propio cuerpo es imprecisa y suelen haber percepciones negativas.   

 

La infancia y la adolescencia son etapas cruciales y a la vez críticas para el desarrollo de la autoestima y la imagen corporal. Estamos inmersos en un mundo donde las redes sociales y la sociedad frecuentemente establecen estándares poco realistas sobre belleza y apariencia. Aquí los padres tienen un papel importante y activo en fomentar, hablar y no hacer tabú la percepción corporal saludable y realista de sus hijos/as.   

 

Para empezar, es vital ser conscientes de que es una realidad que nos puede afectar a todos, y por ello es necesario estar atentos a como nuestros hijo/as hablan y actúan en su relación con el cuerpo. Estar atentos a si se realizan comentarios negativos sobre ellos mismos o sobre su cuerpo, sobre su peso, si hay comparaciones con amigos o personajes públicos o una preocupación excesiva por su cuerpo, ropa o espejos. Abordar estos temas sin miedo, con sensibilidad y sin juicio es el primer paso para brindar apoyo y acompañamiento.  

 

Aquí dejo algunas estrategias para poder llevar a cabo este tipo de conversaciones en casa:  

  • Comunicación. Ante la preocupación por algún comportamiento anómalo o llamativo, habla abiertamente expresándole tus preocupaciones de forma franca y honesta.   
  • Prepara la conversación con actitud serena. Las conversaciones necesitan tiempo.  
  • Sé su mejor ejemplo. Evita comentarios sobre peso, figura, apariencia o forma de ser. No critiques tu propio cuerpo ni el de otros. La confianza corporal empieza con el amor propio.   
  • Enséñales a hablarse de manera positiva sobre su cuerpo. Las palabras que usamos para describir nuestro cuerpo o los ajenos afectan enormemente a nuestra autoestima y puede reforzar la idea errónea de ideal de figura corporal.  
  • Escucha y pregunta sin juicios sobre los pensamientos y emociones acerca de su cuerpo, apariencia y persona, sin corregir ni intervenir de inmediato. Valida su malestar, sus inquietudes, sus dudas. Frases como “entiendo que te sientas así” o “Me sabe mal que estes sintiendo esto” pueden ayudar.   
  • Trata de hablar con estima y respeto. Ten en cuenta no solo la comunicación verbal, sino también la no verbal (gestos, miradas, sonrisas, etc.).   
  • Intenta sustituir el “eres” por “estas”. Esto ayuda a concretar la conducta y no etiquetarlo en una globalidad. No es lo mismo decir “hoy has llegado tarde” que “eres un tardón”.   

  • No trates de convencer con lógica “pero si estas delgado/a” o “a tu edad yo estaba peor que tu”. Sino que intenta preguntar sobre cómo se siente y que necesitaría.   
  • Refuerza el valor más allá del cuerpo. Haz énfasis en las cualidades internas (esfuerzo, amabilidad, creatividad, humor...). Ayuda a que se reconecten con su identidad más allá del cuerpo teniendo en cuenta la belleza interior que poseen. Por ejemplo “me gusta hablar contigo” vs “que pelo tan bonito tienes”.   
  • Aprecia el cuerpo por lo que puede hacer, no solo por como es.   
  • Valora su esfuerzo y no solo el resultado de sus acciones. Delante de un fracaso intentar evitar que lo relacione con una capacidad personal. Enseñarles que la belleza puede ser un estado de ánimo. Si nos valoramos, no importa lo que el mundo diga, podemos ir por la vida con confianza.   
  • Ayuda a que se plantee sus limitaciones sin negarlas ni maquillarlas. Todos cometemos errores y tenemos cosas que se nos dan mejor que otras. Aceptar la diferencia como una ventaja. Cada persona es único/a.   
  • Hablad en casa de experiencias positivas que logró resolver con éxito.   
  • Intenta proteger sobre influencias dañinas. La presión social sobre la delgadez proviene tanto de modas, publicidad y redes sociales. Conocer qué tipo de contenidos visualizan nuestros hijos ayuda a prevenir un uso incorrecto y a la vez ayuda a que se puedan tener conversaciones sobre ello en casa. No se trata de prohibirles ver el contenido, sino de supervisar aquello que se pueda y hablar con ellos abiertamente sobre eso.  Comentar sin juzgar, pero haciendo énfasis en como las imágenes no reflejan la realidad, promoviendo el pensamiento crítico o preguntando sobre cómo se sienten al ver este tipo de contenidos.   
  • Y, por último, déjate ayudar por los profesionales. Los padres, como buenos cuidadores, también necesitan apoyo emocional y psicoeducación.   
  • Ten paciencia y sé constante. Los cambios no se darán de un día para otro, la recuperación no es un proceso lineal e intenta no tomarte los retrocesos o las dificultades como un rechazo o algo personal.  

 

 

Psicóloga de Ita Sabadell

Especialista en TCA, DBT y EMDR nivel I. 

Además, realizo prevención primaria y segundaria sobre salud mental, autoestima y trastornos alimentarios a adolescentes, familias y educadores.

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