Actualmente se estima que uno de cada cuatro niño, es decir un 25%, se queja de uno o mas síntomas somáticos a la semana. Aproximadamente un 10% tienen síntomas físicos no atribuibles a ninguna enfermedad comprobable medicamente. (Díez & Hernández, 2023, p. 45).
Estos síntomas son más frecuentes en niños de edad escolar y adolescentes. En niños preescolares también suelen presentarse, sobre todo dolores abdominales.
La mayoría de somatizaciones no requieren atención médica o un tratamiento psicológico, solo en ocasiones cuando los síntomas son muy intensos, duraderos en el tiempo o producen repercusiones en la vida del niño. (Díez & Hernández, 2023, p. 65).
En uno de nuestros anteriores blogs ahondamos en las causas de las somatizaciones y en cómo tratarlas.
Hoy queremos hablar más en profundidad en una de las técnicas de ayuda para niños y niñas con somatizaciones: las técnicas de relajación.
Existen variadas técnicas de relajación que podemos utilizar como :
- Técnica de relajación para niños de Koeppen
- Técnica de relajación muscular progresiva de Jacobson
- Respiración diafragmática
Todas estas técnicas nombradas anteriormente son muy efectivas sin embargo la más utilizada en niños es la “técnica de relajación para niños de Koeppen” que se utiliza para niños en edades comprendidas entre 4 y 11 años.
Esta técnica es muy fácil de utilizar y el familiar o el profesional que vaya aplicarla solo tendrán que leer las siguientes instrucciones, mientras colocamos al niño en un espacio tranquilo:
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Relajación de manos y brazos. El limón
"Imagina que tienes un limón entero en tu mano izquierda y apriétalo fuerte. Intenta exprimir todo el jugo. Siente la tensión en tu mano y brazo mientras aprietas. Ahora deja caer el limón. Observa cómo se sienten tus músculos cuando están relajados.
Toma otro limón y exprime e intenta apretar este más fuerte que el primero. Ahora deja caer el limón y relájate. Nota tu mano y brazo cuando están relajados. Una vez más, toma un limón en tu mano izquierda y exprime todo el jugo. No dejes ni una gota, aprieta fuerte. Ahora relájate y deja que el limón caiga de tu mano” (Que repita el proceso para la mano y el brazo derecho).
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Relajación de brazos y hombros. El gato
“Imagina que eres un gato perezoso y quieres estirarte. Estira los brazos y levántalos sobre tu cabeza. Camino de vuelta hacia abajo, suéltalos y siente el tirón en tus hombros. Estírate de nuevo y levanta los brazos sobre tu cabeza. Tíralos hacia atrás, muy hacia atrás. Ahora déjalos caer rápidamente. Observa cómo tus hombros se sienten más relajados. Ahora intenta tocar el techo, levanta los brazos muy por encima de tu cabeza. Nota la tensión y tira de tus brazos y hombros. Déjalos caer muy rápido y siente lo bueno que es estar relajado”.
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Relajación de hombros y cuello. La tortuga
“imagínate que eres una tortuga. Estás tranquilamente relajado al calorcito del sol, te sientes muy tranquilo y seguro pero de pronto…¡sientes mucho miedo!. Intenta hacer lo mismo que haría la tortuga, meter corriendo la cabeza en el caparazón. No es fácil ser una tortuga dentro de su caparazón, lleva tus hombros hacía tus orejas y quédate así… Uf, parece que el peligro ya ha pasado. Ya puedes salir de tu caparazón y volver a relajarte a la luz del sol. ¡pero algo ha pasado y vuelves a asentir miedo, vamos, introduce de nuevo tu cabeza en tu concha!. Lo has hecho muy bien ya puedes sacar la cabeza y relajarte. Nota como tus hombros y cuello están muy relajados, estás seguro y te sientes bien.” (Díez & Hernández, 2023, p. 84).
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Relajación de la mandíbula. El chicle
“Tienes un chicle gigante en tu boca. Es muy difícil de masticar, pero tienes que morderlo. Deja que los músculos de tu cuello te ayuden. Ahora relájate y solo deja que tu mandíbula se suelte. ¡Muerde fuerte! Intenta exprimirlo entre tus dientes. Ahora relájate de nuevo. De acuerdo, una vez más. Muerde tan fuerte como puedas. Ahora relájate e intenta relajar todo tu cuerpo. Has vencido a ese chicle”.
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Relajación de la cara y la nariz. La mosca
“Viene una mosca y aterriza en tu nariz. Intenta sacarla sin usar tus manos, por ejemplo arrugando tu nariz. Haz tantas arrugas en tu nariz como puedas, arruga la nariz muy fuerte. Si la has ahuyentado puedes relajar tu nariz”.
Ten en cuenta que cuando se arruga la nariz, las mejillas, la boca, la frente y los ojos también se tensan. Entonces, cuando relajas tu nariz, todo tu cuerpo también se relaja. ¡Oh! esa vieja mosca ha regresado, pero esta vez está en tu frente.
Haz muchas arrugas e intenta atraparla entre todas esas arrugas. Mantenla apretada y luego puedes dejarla caer, se ha ido para siempre. Ahora solo puedes relajarte. Deja que tu cara se suavice, sin arrugas en ningún lado. Tu cara se siente agradable, suave y relajada”.
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Relajación del estómago. El elefante
“Relájate y piensa que estás tumbado en la hierba. Ponte cómodo. Por ahí, viene un elefante lentamente ¡Va a poner un pie sobre tu estómago! No te muevas, es mejor quedarte quieto y hacer mucha fuerza con el estómago para que no puede dañarte y se vaya. Pon el estómago duro, todo lo duro que puedas. Aguanta, espera….. Parece que se va. Ahora relájate y deja el estómago blandito otra vez. Así te sientes mejor ¿verdad? ¡Oh, no, vuelve otra vez!. Vamos, tensa fuerte el estómago, que si te pisa y tienes el estómago duro no puede hacerte daño. Y se va…. Ya puedes relajar la barriga, ¡Lo has hecho genial! ¿Cómo te siente ahora?” (Díez & Hernández, 2023, p. 85).
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Relajación de la piernas y los pies. La playa y el sol
“imagina que estas en la playa. Te encuentras descalzo y estas muy tranquilo. Tus pies están en la arena, pero de pronto esta muy dura y espesa. Intenta hundir los dedos de los pies en la arena, empuja hacía adentro, siente la arena entre los dedos… Ahora relaja tus pies. Siente como se quedan flojos. Que bien te encuentras así. Además, el sol te da en la cara y corre una suave brisa. Te sientes cada vez más relajado, se escuchan las olas del mar y sientes un aire agradable en la cara…Vamos a sentir otra vez la arena en los pies, entiérralos, en esta ocasión un poco más profundos, y empuja con los dedos. Ya puedes sacarlos, respira hondo, relaja tus piernas, ahora estas totalmente relajado.” (Díez & Hernández, 2023, p. 86)
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Relajación del cuerpo entero.
Ahora ya sabes cómo relajarte: Cuando sientas enfado, puedes exprimir un limón, otras veces podrás echar a la mosca posada en tu nariz, y, si tienes miedo, puedes meterte en el caparazón como la tortuga. Estirarse como un gato perezoso siempre relaja la espalda y los hombros, y si pensamos que viene un elefante … ¡podemos relajar nuestra barriga! Imagina como se sienten tus manos después de exprimir un limón, como se sienten tus brazos y hombros después de estirarte, los hombros y el cuello después de estar en tu caparazón. No te olvides de masticar el chicle… intenta echar a esa mosca. No dejes que el elefante te haga daño y, por fin… empuja tus pies dentro de la arena, el sol está calentito, respira hondo, escucha las olas… ¿Cómo te sientes? (Díez & Hernández, 2023, p. 86).