A estas alturas estamos esperando la llegada de un nuevo año, un nuevo comienzo, una nueva oportunidad…mientras despedimos a este año un tanto complejo que nos ha puesto a prueba y ha dejado huella. Siempre que comienza un año nos proponemos nuevos propósitos y nos marcamos unas expectativas; si tenemos un adolescente en casa esto se convierte en un reto.
Proponemos una serie de consejos y pautas para facilitar con los adolescentes la entrada del nuevo año;
- Haz balance del año pasado.
Hacer balance del año de manera individual es necesario y positivo pero también en familia. La revisión debe ser real, en cuanto a considerar aspectos positivos y negativos de nosotros y nuestros hijos. Valorar lo positivo y reflexionar sobre lo negativo en la búsqueda de nuevas estrategias que les ayude afrontar esas dificultades pasadas.
- Elige pocos objetivos y realistas.
Debemos orientarlos para la elección de sus objetivos; estos deben ser pocos, a corto y medio plazo y de forma flexible, de un modo que los puedan alcanzar. Recompénsale los pequeños logros para que continúe en la línea y disfrutar de los pequeños logros. Debemos ajustar nuestras expectativas, “tu hijo no es un bloque de arcilla” al que dar forma, es un sistema complejo y debemos ser pacientes y tener la capacidad de escuchar y permitir un margen de error.
- Negocia, llegar a acuerdos.
Este es un punto problemático cuando hablamos de adolescente; buscar el punto de encuentro no siempre es fácil, pero es necesario y para un adolescente más. Debemos explicar las normas, pautas y limitaciones de forma clara y en familia. Organizar desde las tareas de casa hasta los horarios, para ellos todos los miembros de la familia deben ser partícipes.
- Sé flexible dentro del marco del autocuidado.
Debemos ayudar a madurar a nuestro hijo entendiendo que es un adolescente poniendo limitaciones claras, pero entendiendo el periodo por el que están pasando y respetando, dando espacio y facilitando su autonomía en diferentes planos.
- Mírate
Debemos mirar que despierta el adolescente y sus conductas en nosotros; en ocasiones esto que nos surge (malestar, inseguridad, frustración, miedo…) es lo que mantiene las conductas problemas.