Trastornos de la Conducta Alimentaria

Beneficios de comer en familia

22 de Octubre, 2021 Almudena Sánchez

“Lo siento, hoy no puedo entretenerme, hoy ceno con mi familia”… podría ser una buena razón sin que haya una celebración especial, podrían ser las cenas de los lunes, o las comidas de los miércoles, incluso mucho mejor si fuesen ambas,.. lo importante es darle relevancia a nuestra cita con las personas más importantes, aquellas con las que convivimos. A veces se trata de familias numerosas con hijos de diferentes edades, o de parejas con un solo hijo o con ninguno,… en ocasiones vivimos solos pero podemos reservar un día para comer con nuestros padres o hermanos… Comer en compañía refuerza los vínculos y los lazos afectivos, mejora la comunicación, además de inyectarnos una dosis de autoestima, porque si ponemos de nuestra parte para que estos momentos sean constructivos, sin duda nos van a aportar muchas cosas buenas.

 

Son numerosos los estudios que avalan los beneficios de comer en familia, y existen un sinfín de artículos dando este consejo desde voces expertas, así que porqué no intentarlo.

Cuando desde la familia nos comprometemos a dedicarnos este tiempo, estamos expresando interés por estar juntos y compartir momentos, sintiéndonos importantes para la familia.

Desde el momento que manifestamos nuestro deseo de hacer este esfuerzo, acordaremos al menos algunas cenas a la semana, cualquier comida del fin de semana, incluso los desayunos también pude ser una buena opción si coincidimos en los horarios antes de partir cada uno a nuestra jornada laboral o lectiva. A veces estos encuentros para comer podemos trasladarlos fuera de casa, cambiando el contexto pero no la compañía. Costumbres que tal vez tuvimos, pero que vamos perdiendo por el ritmo de vida, distintos horarios, o actividades, a las cuales poco a poco les vamos dando prioridad a costa del tiempo familiar.

 

Podemos pactar cuales son las comidas que podemos hacer juntos, y proponernos esta tarea como una meta cuyo objetivo es mejorar como familia.

Es importante que podamos organizarnos, ayudando tanto en la planificación como en la elaboración de la comida, ya que en ocasiones puede que sea necesario cocinar de forma anticipada, pues es probable que vayamos ajustados de tiempo por el ritmo de vida que tenemos normalmente.

También que nos esperemos para empezar a comer, siendo puntuales, así como evitar levantarnos de la mesa hasta que no hayamos terminado todos. Esto ayuda a regularnos en los ritmos, iremos notando como si ponemos empeño y ganas, seremos como una orquesta que poco a poco logar tocar de manera más afinada.

Deberemos establecer unas pautas básicas sobre no tocar temas que lleven a discusiones, no alzar la voz o alejar elementos que nos ausenten… (móvil, tele..)

Priorizar la comida familiar a otros planes es una forma de decirnos mutuamente que somos importantes, lo que nos aporta autoestima y bienestar familiar.

Los beneficios que con todo ello podemos obtener son muchos:

  • Comeremos mejor y más sano, evitaremos abusar de la comida rápida y precocinada. Cuando se come en familia es más probable que se cocine con más esmero, que se preparen ensaladas y verduras, que se consuma fruta de postre,… en definitiva, hacemos comidas más saludables y equilibradas cuando comemos juntos.
  • Los adultos podemos controlar mejor los malos hábitos de los más jóvenes o los niños, eso sí, debemos ser para ellos ejemplos de modelo saludable, que nos vean comer aquello que queremos que coman en proporciones adecuadas y con unos buenos modales. De esta forma, seremos agentes de prevención de tratornos alimentarios en nuestros hijos y detectaremos más rápido señales de alerta ante este tipo de patologías.
  • Las tareas están más repartidas si colaboramos todos tanto en la planificación como en la elaboración. Los más pequeños y los más jóvenes ganan autonomía y confianza en sí mismos, ayudando a preparar platos sencillos, a poner la mesa…
  • Se refuerzan los lazos afectivos y mejora la comunicación entre los miembros, para ello debemos estar comprometidos en conversar, interesarnos por los demás y compartir cosas propias, así como dejar lejos lo móviles para que nos nos distraigan de ese momento.
  • Nos sentimos más queridos, importantes para la familia, lo que fomenta nuestra autoestima.

 

Merece la pena… ¿lo intentamos?

Psicóloga de ABB Sevilla

Licenciada en Psicología.

 

Terapeuta ITA ABB Sevilla. Terapia grupal e individual. Asesoramiento psicoeducativo y soporte emocional a grupos multifamiliares. Terapia de familia.

Experta en Trastornos de la Conducta Alimentaria

Terapeuta Familiar Sistémica

 

Máster en Counseling Integrativo Relacional de Duelo y Pérdidas.

Formación en técnicas de psicodrama.

 

Amplia trayectoria profesional como terapeuta individual, de grupos y familias. 

Acompañamiento a pacientes con Trastornos alimentarios y sus familias desde 2004.

Instructora de Yoga 200H AYA (American Yoga Alliance)