Las personas con autismo, frecuentemente pueden presentar problemas con la alimentación. Habitualmente, éstos aparecen y son evidentes, durante la primera infancia. En consecuencia, este es uno de los aspectos que preocupa más a las familias de los niños con TEA. En este sentido, es importante que las familias conozcan los motivos y causas de estas dificultades y puedan colaborar y participar con los profesionales para diseñar un plan de alimentación específico a cada niño/a que dé respuesta a sus necesidades en contexto natural.
En referencia a las dificultades alimentarias y sus características, cabe mencionar que los niños dentro del espectro del autismo tienden a ser muy selectivos con la comida, pueden rechazar determinados alimentos o texturas, así como algunos colores o presentaciones. Además, pueden llegar a presentar conductas disruptivas durante las ingestas alimentarias.
Otros posibles problemas que pueden surgir, podría ser una ingesta compulsiva (por ejemplo: picar o bien la tendencia a comer o beber grandes cantidades de alimentos o líquidos sin mostrar sensación de saciedad), u hábitos pobres y presencia de conductas peculiares o desajustadas (por ejemplo: oler y tocar los alimentos, uso inadecuado de los cubiertos, etc.)
Si nos centramos en las causas de estas dificultades, podemos hacer referencia a problemas de origen médico u orgánico, o bien la causa puede ser a nivel conductual, o que ésta provenga del ambiente o contexto. Así mismo, en la mayoría de casos, pueden deberse a alteraciones sensoriales (híper y/o hipo sensibilidad), y a comportamientos rituales y repetitivos que caracterizan y son propios de la sintomatología nuclear de los trastornos del espectro autista. Un proceso de atragantamiento o una alteración gastrointestinal por la ingesta de un alimento puede desencadenar también el rechazo hacia éste, debido a una mala experiencia o recuerdo.
El tema de la alimentación en las personas con autismo, es muy amplio y complejo. En consecuencia, la recomendación principal se basa en que las familias y personas con TEA soliciten ayuda profesional para así, poder proporcionar soportes ajustados a las necesidades de cada persona.
Aun así, este artículo persigue también el objetivo de ofrecer estrategias o posibles pautas de actuación ante estas dificultades, que puedan ser de utilidad y orienten a las familias y cuidadores de personas con TEA.
A grandes rasgos, se recomienda lo siguiente:
- Realizar un estudio médico que permita detectar posibles alergias o intolerancias, así como posibles problemas metabólicos. Seguidamente, es importante analizar el perfil sensorial de cada persona.
- Realizar un registro de las dificultades concretas de cada persona con TEA. En éste, se registrará qué alimentos tolera y aquellos hacia los que muestra una preferencia especial. Es importante que este registro sea exhaustivo y lo más explícito posible, describiendo la textura, color, temperatura, el contexto u entorno en el que come, las conductas que hace durante la comida, etc.
- Establecer una rutina para las ingestas (que se realice en un lugar específico, trabajar hábitos alimentarios, enmarcar este espacio con algunas normas e indicaciones, etc.) para así, poder cambiar hábitos que tenga adquiridos y proporcionar estrategias más funcionales, etc.
- Utilizar apoyos visuales y una anticipación que permita a la persona con TEA saber qué sucederá, el menú que habrá y el orden en el que se van a ingerir los platos, etc. con el objetivo de que esté informado de lo que va a suceder y le proporcione seguridad.
- Es importante conocer y explorar cuáles pueden serlos reforzadores y alimentos que puedan ser de su preferencia, para así, poder utilizarlos en el momento de introducir un alimento nuevo.
- Transversalmente, se debe apostar por trabajar los hábitos alimentarios y la autonomía. En este sentido, se puede trabajar cómo poner la mesa, preparar la comida, lavarse las manos antes de comer, el correcto uso de cubiertos, etc.
En Ita tenemos en cuenta la idiosincrasia y aspectos relacionados con la alimentación de nuestros pacientes dentro del espectro autista. Es por ello que el equipo multidisciplinar que atiende a estos pacientes, elabora y aplica diversas estrategias y pautas con el objetivo de atender y cubrir las necesidades de este perfil. Además, se trabaja también con sus familiares y cuidadores, con el objetivo de que puedan aplicar estas estrategias en contexto natural y generalizar aprendizajes.