Las alteraciones en el patrón de sueño son frecuentes en las personas con autismo. Según un artículo de la Asociación Tajibo (2020), en los últimos años han surgido diferentes hipótesis, entre las que se encuentran una predisposición genética, la hipersensibilidad estimular y una producción inadecuada de la melatonina, la hormona encargada de regular los ciclos de sueño. Estas hipótesis requieren de mayor estudio y una confirmación basada en datos procedentes de investigaciones científicas.
Teniendo en cuenta que existen varias hipótesis, es difícil afirmar qué tratamiento es el más eficaz, debido a que éste debe plantearse en base a la causa o motivo de las alteraciones en el sueño.
Existen varias intervenciones que tienden a utilizarse como el control ambiental, técnicas y estrategias basadas en la modificación de conducta, pautas relacionadas con la alimentación y ejercicio físico, herramientas de relajación, etc.
Es importante destacar que las alteraciones de sueño interfieren significativamente en la calidad de vida de las personas con autismo y sus familias, así como pueden influir directamente en el estado de ánimo y comportamiento de las personas dentro del espectro.
En este sentido, las alteraciones de sueño pueden estar relacionadas con una mayor irritabilidad, la aparición o mantenimiento de problemas de conducta, y un aumento del nivel de estrés en la persona con TEA y su familia y entorno.
Con la finalidad de realizar una intervención en los problemas de sueño, cabe destacar que es fundamental realizar un registro exhaustivo de los hábitos de sueño que presenta la persona. Este registro, sería previo a cualquier intervención, con el objetivo de conocer sus horas de sueño actuales, número de despertares, dificultades objetivadas, rutina de sueño, cómo es el contexto/ambiente, etc.
Una vez realizado el registro, con la ayuda y soporte de un profesional, se realizará un plan de intervención ajustado a las necesidades de cada uno. En este sentido existen varias pautas y estrategias para aplicar en casos de personas con TEA y dificultades en el sueño. A continuación, se exponen algunas que podrían ser de utilidad:
- Teniendo en cuenta las dificultades que pueden existir en la propiocepción, se recomienda proporcionar información a nivel propioceptivo antes de dormir o bien durante la noche. En este sentido, pueden realizarse juegos en los que se ejerza presión sobre el cuerpo, o bien realizar un masaje de tacto profundo o con vibración, puesto que este tipo de actividad, tiende promover la relajación, ya que el sistema propioceptivo está relacionado con la regulación.
- Realizar adaptaciones en el ambiente: utilizar luces tenues, reducir los ruidos externos e intentar promover un ambiente de calma y tranquilidad. A nivel táctil, es importante que el pijama y ropa de cama sean agradables al tacto de la persona con TEA, con el objetivo de facilitar su descanso.
- Adecuar una rutina de descanso: es importante mantener una rutina que promueva el descanso e induzca a éste. Es decir, debería mantenerse siempre la misma rutina, y ser consistentes con ésta. De esta manera, es previsible y proporciona una estructura a la persona con TEA, además de anticipar qué después de esta rutina concreta, debe irse a dormir e iniciar el sueño. En este sentido, es importante que la cama se asocie únicamente a dormir y no sea un espacio para realizar otras actividades como jugar.
En el caso que las pautas y estrategias proporcionadas no sean suficientes o efectivas, cabe mencionar que algunas personas con autismo pueden requerir de una pauta farmacológica para así, poder conciliar y mantener el sueño.
En resumen, estas son algunas pautas que pueden utilizarse en casos de niños con TEA y problemas de sueño. Aun así, cabe destacar que es importante pedir ayuda a profesionales especializados que puedan acompañar y trabajar conjuntamente con la familia y persona con autismo, con el objetivo de mejorar su hábito de sueño y calidad de vida. Además, es importante que las estrategias proporcionadas en cada caso, sean individualizadas y personalizadas según las necesidades que cada persona presente, puesto que así la intervención diseñada será más eficaz y ajustada.
En Ita diseñamos la intervención terapéutica ajustada al perfil de cada persona, con el objetivo de que la atención y acompañamiento recibido sea personalizado y ajustado a las necesidades individuales de cada persona.