Hoy, 9 de septiembre se celebra el Día Mundial del Síndrome de Alcoholismo Fetal. Conocido por sus siglas SAF, se trata de un conjunto de alteraciones que presentan los niños y niñas cuyas madres ingieren alcohol durante el embarazo. No beber durante la gestación, e incluso antes, es la mejor manera de prevenirlo.
Para describir los Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal se usan diferentes términos, según el tipo de síntomas.
- Síndrome Alcohólico Fetal (SAF): representa el extremo más grave de los trastornos del espectro alcohólico fetal. La muerte fetal es el resultado más grave de beber alcohol durante el embarazo. Las personas con SAF pueden tener características faciales anormales, problemas de crecimiento y del sistema nervioso central. También pueden tener problemas de aprendizaje, memoria, atención, comunicación, vista o audición.
- Trastorno del neurodesarrollo relacionado con el alcohol: pueden mostrar discapacidades intelectuales y problemas de conducta y aprendizaje.
- Defectos de nacimiento relacionados con el alcohol: con características propias centradas en tener problemas del corazón, los riñones, los huesos o de la audición.
Las consecuencias del consumo de alcohol durante el embarazo dependen de las características genéticas de cada niño y del consumo de la madre durante la gestación; pero mayoritariamente afectan a su desarrollo físico e intelectual y, muchas veces, comportan importantes problemas conductuales, emocionales y sociales. Destacan:
- Dificultades de razonamiento
- Inestabilidad emocional
- Incapacidad para entender las normas sociales y, por tanto, dificultades en las relaciones
- Hiperactividad
Estos problemas le acompañarán siempre, también en la edad adulta. Es importante detectarlos y tratarlos desde una edad temprana, así como tener en cuenta al propio paciente y su entorno familiar, que también necesitará apoyo terapéutico.
¿Cuáles son los síntomas?
Ingerir bebidas alcohólicas durante el embarazo incrementa el riesgo de que el bebé padezca defectos congénitos. Estos son los problemas más comunes que suelen presentar los niños con SAF:
Problemas físicos:
- Nacen más pequeños y crecen más lentamente
- Problemas renales, óseos, digestivos y cardíacos.
- Perímetro craneal y tamaño de su cerebro más pequeños.
- Malformaciones faciales.
- Deformidades en dedos, brazos, piernas y articulaciones.
Problemas cerebrales y del sistema nervioso central
- Discapacidad intelectual. El alcohol es la primera causa no genética de retraso mental.
- Dificultades en el lenguaje
- Falta de memoria y dificultades para aprender
- Dificultades para prestar atención, razonar y resolver problemas
- Hiperactividad.
Problemas conductuales, emocionales y sociales:
- Falta de habilidades sociales y problemas en la relación con los demás, especialmente en la escuela.
- Dificultades para controlar su impulsividad, problemas de comportamiento y adaptación.
- Falta de capacidad para concentrarse y planificar las tareas.
Las causas del SAF
Cuando se bebe en el embarazo, el alcohol pasa al torrente sanguíneo y, por tanto, a la placenta, donde se encuentra el feto. El alcohol impide que le lleguen los nutrientes y el oxígeno necesarios para que se desarrolle, hecho que le puede provocar lesiones cerebrales y afectar el desarrollo de sus tejidos y órganos.
A más consumo de alcohol en el embarazo, más riesgo para el feto; aunque cualquier cantidad de alcohol consumida, incluso el llamado “consumo social”, tiene consecuencias directas en la salud del futuro bebé.
El alcohol afecta en todas las etapas del embarazo, así que es necesario abandonarlo cuando se tiene la intención de concebir. Durante el primer trimestre, la mayoría de las mujeres no saben con certeza si están embarazadas y este es un período en que, además de la posibilidad de un aborto espontáneo, se pueden producir malformaciones físicas graves. En el segundo y tercer trimestre los problemas son de crecimiento, funcionales, sensoriales y retraso mental.
Prevención
El SAF se puede prevenir al 100%: no consumiendo alcohol, si existe sospecha de embarazo, durante el embarazo y si se está planeando un embarazo.
Tratamiento
El SAF no tiene cura; pero sí se pueden mejorar los síntomas, gracias a un tratamiento adecuado. Detectarlo a tiempo, es esencial para establecer un plan de intervención basado en:
- Una educación especializada apoyada por logopedas, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y psicólogos especializados.
- Intervención temprana.
- Tratamiento médico con diferentes especialistas, en función de las áreas afectadas. Por ejemplo, especialistas en cardiología, oftalmología, nefrología u oftalmología.
- Medicación, según la sintomatología.
- Apoyo terapéutico a las familias.
Tratamiento del alcoholismo
Si tienes problemas con el alcohol, o crees tenerlos, y te estás planteando tener un bebé, visítanos. El SAF es una enfermedad crónica 100% evitable. Solamente es necesario dejar de beber desde el momento en que te quieras quedar embarazada, mientras lo estés y si crees que lo estás. Situación que es recomendable mantener durante la crianza de los hijos.
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