Trastornos del Neurodesarrollo

El Trastorno del Espectro Autista y una Navidad atípica

05 de Enero, 2021 Berta Massaguer Bardají

La época navideña son unas vacaciones muy esperadas por muchos niños y niñas, ya que suponen reunirse con la familia, días diferentes, regalos, ilusión…

Para las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) supone un cambio en su rutina habitual, además de implicar muchas novedades que no siempre son capaces de tolerar y asimilar positivamente. Este año, la navidad será diferente a todas las demás, con mucha más incertidumbre y dinámicas sociales diferentes, debido a las medidas y restricciones provocadas por la COVID-19, es por esa razón que debemos plantearnos cómo puede afectar a las personas con TEA y facilitar su adaptación  y promover su bienestar. 

En algunos casos, el hecho de ser una Navidad con un menor intercambio social, puede facilitar la adaptación de las personas con TEA, puesto que hay una alteración más sutil de su rutina, pero en otros casos, la incertidumbre y desconcierto provocados por la pandemia, puede incrementar la ansiedad y estrés de las personas con TEA, siendo difícil y complicada su adaptación a esta situación.

Principalmente, es importante conocer bien a la persona con TEA para poder anticipar la tolerancia a los cambios y el nivel de ansiedad que éstos pueden generarle, para así, poder prepararle y reducir el estrés que puede suponer.

Respecto a la anticipación, en muchos casos puede ser fundamental, aunque también cabe tener en cuenta que en ciertos perfiles (más ansiosos o rumiativos) una anticipación a largo plazo puede ser contraproducente y causarles una elevada ansiedad. Es por esa razón, que aunque la anticipación puede ser una herramienta muy útil, es importante saber cómo usarla y valorar el método más apropiado (tachando los días en el calendario, anticipación verbal, mediante una historia social, etc.).

 

Así mismo, cabe tener en cuenta que las personas con TEA a menudo presentan preocupaciones inusuales, así como diferentes rituales, que pueden incrementar con los estímulos navideños.

Respecto a la falta de estructura y gestión del tiempo libre, la asignación de una tarea puede ayudar a la persona con TEA a sentirse partícipe y ocuparla, además tener una estructura  más definida. Eso promueve su grado de autonomía, además de reducir el posible estrés que pueda ocasionarle la situación, y disminuir y ajustar sus comportamientos más repetitivos y estereotipados.

En referencia a los días señalados, es importante explicarle por qué no será cómo todas las navidades anteriores, y cómo afectan las medidas y restricciones de la COVID-19, adaptando el discurso a su nivel de comprensión y edad cronológica.

En estas fechas, es importante estar pendiente de cómo se siente la persona con TEA y ayudarle a explicitar y verbalizar sus sentimientos y emociones, además de ofrecerle varias estrategias o posibilidades para autorregularse, De esta forma, fomentamos su capacidad de introspección emocional y además, se le proporcionan herramientas para regularse que puedan aumentar su funcionalidad y autonomía.

Finalmente, cabe mencionar que las personas con TEA presentan particularidades y dificultades en la integración sensorial. Es por esa razón que debemos estar pendientes de esta área y ser conscientes de cómo pueden afectarles la luz, los sonidos, los olores, la presencia de invitados, etc. En este sentido, debemos asegurarnos que existen espacios para su relajación, además de proporcionarle algún objeto que pueda infundirle calma y promover su regulación a nivel sensorial.

 

En definitiva, la clave es conocer bien a la persona con TEA para poder hacerle un vestido a medida, realizando las adaptaciones pertinentes e individualizadas, que le permitan adaptarse y disfrutar de esta Navidad atípica y diferente.

Coordinadora clínica de la Unidad de Neurodesarrollo de Ita Argentona.

 Psicóloga sanitaria experta en intervención y diagnóstico de los Trastornos del Espectro Autista. 

Educadora social. 

Postgrado de Experto en Intervenciones Sistémicas en la Escuela de Terapia Familiar de Sant Pau.

Doctoranda en Psicología