Trastornos del Neurodesarrollo

Evaluación y diagnóstico en el Trastorno del Espectro Autista

05 de Noviembre, 2021 Berta Massaguer Bardají

Inicialmente, es importante aclarar que el autismo no se diagnostica a través de la presencia de marcadores biológicos si no que se determina a través de un proceso de observación y un análisis exhaustivo del comportamiento de la persona.

 

Para poder realizar este análisis, existen varias pruebas observacionales que ayudan a aportar información y a respaldar el proceso diagnóstico. Estas escalas se han ido perfeccionando con los años, garantizando una mayor sensibilidad y especificidad.

Así mismo, es importante mencionar que el criterio clínico es el que tiene más peso en el diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista (TEA). En consecuencia, es de vital importancia que el profesional que realiza el diagnóstico tenga experiencia en autismo y conozca muy bien el espectro y su sintomatología, además de tener formación específica en autismo y estar familiarizado con las pruebas estandarizadas que se administran en este proceso.

Además, la valoración debe ser realizada por un equipo multidisciplinar y tener en cuenta y dar valor a toda la información aportada por la familia. En este sentido, es importante promover la participación eficaz de la familia y fomentar un intercambio de información que tenga como objetivo una visión compartida de la situación.

 

Así mismo, es sustancial que el profesional explore durante el proceso diagnóstico con profundidad para así poder establecer un buen diagnóstico diferencial, además de indagar si existen o no comorbilidades.

 

Al finalizar el diagnóstico, la familia y la propia persona con autismo, deberían recibir información adecuada, verbal y escrita, además de tener la posibilidad de aclarar cualquier duda que deseen o bien pedir una segunda opinión profesional.

El profesional implicado en la evaluación, debería entregar un informe por escrito en el que consten aspectos del desarrollo de la persona con TEA, la sintomatología que presenta la persona, los resultados de las pruebas administradas, las necesidades y puntos fuertes que la definen, capacidad adaptativa y finalmente, unas recomendaciones específicas y orientaciones a seguir. 

El establecimiento de un diagnóstico de TEA es un proceso complejo en el que deben estar implicados profesionales de diversa índole, además de ser un proceso adaptado e individualizado a cada persona. En esta línea, el hecho de individualizar cada proceso diagnóstico es notable ya que cada persona con autismo es diferente y como profesionales debemos adaptarnos a sus características y situación.

 

Finalmente, cabe destacar que un diagnóstico precoz es muy importante en el autismo ya que se proporcionan herramientas al niño y a su familia desde la primera infancia y mejoran su pronóstico. Aún así, no siempre es posible realizarlo durante la infancia, ya que a menudo los síntomas pasan desapercibidos para algunas familias y profesionales, y a veces, se establecen durante la adolescencia debido a que el entorno social es más exigente y es una etapa en la que se evidencian más dificultades de adaptación y adecuación social.

Así mismo, es fundamental que los profesionales que se dedican a la salud mental conozcan el autismo y se formen, ya que aunque cada vez hay más conocimiento sobre esta condición, actualmente aún hay muchos casos de personas con TEA que son diagnosticadas en la adolescencia o adultez y que previamente han recibido otros diagnósticos para explicar su sintomatología, que son erróneos. Adicionalmente, cabe mencionar que el proceso diagnóstico con las mujeres es más complejo que el de los hombres debido a que tienden a usar como estrategia el camuflaje además de presentar un mayor repertorio de habilidades sociales y tener unos intereses restringidos socialmente más similares a los de su grupo de referencia por edad.

Si existe un mayor conocimiento sobre la condición del espectro autista, se realizarán diagnósticos más ajustados desde un inicio, y se garantizará que las personas con TEA reciben los soportes y el acompañamiento que necesitan y merecen con mayor rapidez.

 

En Ita contamos con profesionales con una amplia experiencia en autismo que pueden realizar un proceso diagnóstico ajustado a cada persona y proporcionar pautas y recomendaciones específicas, además de orientar sobre los recursos y servicios de nuestro grupo Ita que pueden ser útiles y de interés para cada caso y situación.

 

 

Coordinadora clínica de la Unidad de Neurodesarrollo de Ita Argentona.

 Psicóloga sanitaria experta en intervención y diagnóstico de los Trastornos del Espectro Autista. 

Educadora social. 

Postgrado de Experto en Intervenciones Sistémicas en la Escuela de Terapia Familiar de Sant Pau.

Doctoranda en Psicología