Trastornos del Neurodesarrollo

Trastornos del Espectro Autista, una condición que se ha incrementado en los últimos años

02 de Abril, 2019 Albert Gómez

El Trastorno del Espectro Autista, conocido por sus siglas como TEA, es un trastorno del neurodesarrollo que se manifiesta desde la primera infancia. Está presente y condiciona a la persona a lo largo de todo su ciclo vital. Su amplia y diversa sintomatología se podría englobar en dos ejes principales:

 

  • Déficits persistentes en la comunicación e interacción social.
  • Patrones de comportamiento e intereses restrictivos, repetitivos y estereotipados.

 

El psiquiatra infantil Leo Kanner diagnosticó el autismo, por primera vez, en 1943, tras reconocer y diagnosticar a 11 niños, cuyos síntomas habían sido confundidos con otros trastornos, como la esquizofrenia.

 

Actualmente, la comunidad científica define el autismo como un espectro de trastornos, ya que los síntomas no son los mismos en todos los casos. Por este motivo, este término ha mudado hacia el de TEA.

 

Es importante destacar que existen grandes diferencias entre las personas diagnosticadas de TEA. Si hay que delimitar tipologías, los criterios que predominan son:

  • Capacidad intelectual se distingue entre autismo de bajo rendimiento (cuando se objetiva una discapacidad) o alto rendimiento (perfiles que hasta no hace mucho se diagnosticaban mediante el Síndrome de Asperger)
  • Gravedad de los síntomas, el grado de soporte que requiere y el de autonomía de la persona.
  • Según el grado de desarrollo del lenguaje 

¿A quién afecta?

Según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en noviembre de 2015, el índice de prevalencia de los TEA ha aumentado significativamente en los últimos cuarenta años.

 

En 1975, la organización americana Autism Speaks señalaba un caso de autismo por cada 5.000 nacimientos. En 2008 esta cifra se situaba en, aproximadamente, un caso de TEA por cada 150, y las investigaciones más recientes (Centro de Control de Enfermedades de Atlanta, 2014) apuntan que, actualmente, uno de cada 68 niños podría presentar un trastorno de este tipo. Los datos de prevalencia que se apuntan en el DSM 5 señalan que el 1% de la población podría presentar un TEA (APA, 2013).

 

Por lo tanto, como ha puesto de manifiesto la Organización Mundial de la Salud, es posible afirmar que nos encontramos ante un problema de salud pública (OMS, 2014).

¿Afecta el TEA más a los hombres que a las mujeres?

En los últimos años se ha producido un interés creciente por el análisis de las diferencias de género en los TEA. Hasta el momento, el dato más contrastado es el TEA aparece cuatro veces más en hombres que en mujeres (Honda Shimizu, y Rutter, 2005) y que en el segundo caso suelen producirse más confusiones diagnósticas. La razón que parece subyacer a esta dificultad es que las mujeres podrían ser más eficaces en el aprendizaje de estrategias de compensación que ayuden a enmascarar los déficits sociales y adaptativos, aunque cabe mencionar que suelen presentar más conductas de hipersexualidad.

 

Las causas de los TEA

En la actualidad no es posible determinar una causa única que explique la aparición de los TEA, pero sí la fuerte implicación genética en su origen. La investigación genética apunta que al menos en el 10% de los casos podría asociarse a trastornos cromosómicos o con una base genética identificada. A pesar de que se han referido al menos tres genes que incrementarían la susceptibilidad al autismo, es probable que en su etiología, su origen, se encuentren implicados muchos más y que se vean afectados por otros factores genéticos y ambientales que alteren su expresión e influyan en el desarrollo del sistema nervioso y en su funcionamiento posterior. Cabe destacar que no siempre es hereditario y en algunos casos, se da por una delación de nuvo. Por el momento estos elementos no se encuentran claramente identificados y aún es necesaria mucha investigación al respecto.

Además de los aspectos genéticos, es importante seguir investigando respecto todos los biomarcadores implicados en él, además de seguir desarrollando metodologías de intervención aún más eficaces y validando o descartando abordajes surgidos durante los últimos años como la estimulación transcraneal.

 

¿Se puede curar el TEA?

Una de las preguntas frecuentes de los pacientes y sus familias tras el diagnóstico de un TEA es si tiene cura. A día de hoy, el autismo debe ser considerado como una condición y no como una enfermedad. Profesionales, familias e instituciones deben centrarse en un abordaje específico y acorde a las necesidades de cada caso que permita, especialmente durante el periodo más sensible del neurodesarrollo, trabajar, entrenar y optimizar las capacidades mermadas con la finalidad de compensar los aspectos disfuncionales que limitan la autonomía de las personas con dicha condición. Existen múltiples casos que tiempo después de su diagnóstico, y gracias al trabajo llevado a cabo, obtienen puntuaciones en las pruebas específicas de diagnóstico de observación clínica incompatibles con el mantenimiento del diagnóstico.

 

Las barreras a superar en los TEA

Es fundamental dejar de entender el TEA como un trastorno, problema o estigma, y entenderlo como una condición con implicaciones tanto positivas como negativas.

Aún quedan muchísimas barreras por superar respecto al TEA más allá de la comprensión social de dicho trastorno.

 

Respecto al TEA en niños, es necesario ampliar y mejorar los recursos orientados al diagnóstico precoz, y modelos de intervención individualizados que promuevan generar y optimizar capacidades que reduzcan la vulnerabilidad de niños y niñas, que acaban viviendo experiencias de maltrato, rechazo y fracaso social que condicionan negativamente su autoestima, su desarrollo personal e identitario, y que suelen desencadenar una tendencia al aislamiento y mayor predisposición a desarrollar otras problemáticas, como adiciones comportamentales tan presentes hoy en día como la adicción a las nuevas tecnologías.

 

Respecto a los adultos con la condición TEA, además de promover la ampliación de los recursos de apoyo clínico, se debe prestar mayor atención a los recursos de soporte, inserción socio laboral y residencial, en los casos dotados de menor autonomía.

 

Los Trastornos del Espectro Autista en Ita especialistas en salud mental

Disponemos de una amplia red de recursos y profesionales formados específicamente y con años de experiencia que posibilitan un diagnóstico tan preciso como específico, y un abordaje del TEA experto y de calidad con un programa de tratamiento individualizado; multidisciplinar, diferentes profesionales expertos salud mental; multimodal, según las necesidades del caso con intervención grupal complementaria a la individual, ya sea en régimen de Hospitalización, Hospital de Día o Ambulatorio; sistémico, trabajamos con la familia y todos los agentes significativos de la comunidad respecto a los patrones relacionales de la persona, y transversal, durante todos los periodos vitales. Nuestro objetivo es el bienestar, la capacitación y la optimización de la autonomía de cada persona con TEA.

 

Podemos ayudarte.

Albert Gómez, Psicólogo y Coordinador clínico de la Unidad de Neurodesarrollo de Ita especialistas en salud mental.