El centro de Ita Zaragoza estrena nuevas instalaciones en C/José Moncasi, 26. Un nuevo centro especializado en el tratamiento de la salud mental que cuenta con dos unidades específicas de tratamiento: trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y salud mental adolescente.
Para celebrar la apertura del nuevo centro, Ita Zaragoza celebró unas jornadas de puertas abiertas para dar a conocer sus nuevas instalaciones facilitadoras y donde poder conocer el modelo de trabajo del centro.
Durante la jornada contamos con Eugenia e Inés, ex pacientes de Ita, quienes compartieron su historia y hablaron sobre la importancia de pedir ayuda y cómo es posible la recuperación.
Tras su recuperación, Inés y Eugenia han creado su podscast ¡Come y Calla! a través del cual poder lanzar un mensaje de esperanza y donde poder compartir sus conocimientos. Durante la inauguración del nuevo centro, grabamos y participamos in-situ en el podcast. Una experiencia, sin duda, única en la que pudieron participar algunas pacientes del centro que también quisieron explicar su vivencia.
Una gran herramienta terapéutica cuando hablamos sobre salud mental adolescente son los grupos de terapia. Grupos donde personas de edades similares, que están pasando por situaciones parecidas pueden compartir su historia. Un lugar donde apoyarse y exponer sus preocupaciones.
La experiencia grupal nos enseña que cada historia es única y que la escucha activa puede ser el puente hacia una mayor comprensión de quiénes somos y qué necesitamos para seguir adelante, siempre acompañada de la mano del equipo de terapeutas.
El equipo de terapeutas de Ita Zaragoza no es únicamente un profesional de la salud mental, sino que son verdaderos aliados en el proceso de recuperación de los y las pacientes.
Si hablamos de la recuperación y proceso terapéutico, no podemos olvidarnos del papel de la familia y del entorno. Los problemas de salud mental y los trastornos de la conducta alimentaria tienen un impacto directo en las relaciones sociales, llegando a romperlas o distorsionarlas en algunos casos. Muchas veces, la dinámica familiar se ve alterada por el miedo, la culpa y la incomprensión. A veces la familia, que debería ser un pilar de apoyo, se transforma en una fuente de presión o control frente a la enfermedad. La familia no tiene que ser el enemigo. Con esfuerzo, comunicación y la guía de un profesional, es posible transformar esas relaciones tóxicas en relaciones que nutran y sean apoyo.
El equipo de Ita Zaragoza trabaja diariamente en la recuperación de las personas que atienden con el fin de que puedan tener una vida plena y construir un proyecto de vida.