Las y los pacientes del centro de ABB Jerez de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria han ido de paseo a caballo por la playa de Sanlúcar de Barrameda junto a la Real Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar.
A partir de abril, el equipo terapéutico del centro de Jerez ha introducido el trabajo con caballos en el proceso terapéutico ya que cuando el paciente tiene contacto con el caballo, este responde de forma distinta: no juzga, no etiqueta. El paciente sabe que el animal necesita atención, cuidados, y respeto, y esta interactuación ayuda al equipo terapéutico a trabajar con el grupo esta serie de emociones y responsabilidades a través de la confección de una nueva relación: caballo- paciente, paciente-caballo.
Las primeras experiencias han sido muy positivas con esta nueva actividad ya que “alguna manera, tratan a los humanos de forma igualitaria y sin hacer distinciones” afirma Eva de los Reyes, psicóloga y directora del centro Ita Jerez donde se ha llevado a cabo esta actividad.
El paciente tiene que salir de su centro de preocupaciones obsesivas y conectar con el caballo que le brinda cariño sin prejuicios. El resultado es muy positivo, porque además hay un compromiso de movimiento, de tareas, de grupo. El paciente puede disfrutar otras cosas: salir del centro, interactuar con otros, tomar sol y hablar de otros temas.
Los objetivos de esta actividad han sido favorecer la cohesión grupal a través del ocio saludable, aumentar la confianza y la autoestima, estimular la atención, la concentración y la comunicación, desarrollar el autocontrol y enseñar a los pacientes la práctica de deportes que no tienen un objetivo estético.
“Es noble, fuerte, sensible, majestuoso y perceptivo. El caballo enseña a quien sepa observar” -Gabriel Oliverio-
