En las unidades de UPG y TCA del centro de hospitalización infanto-juvenil Ita Argentona este verano se están haciendo un conjunto de talleres artísticos para trabajar diferentes dinámicas con los pacientes.
Los trabajos manuales ayudan a desarrollar la psicomotricidad fina al trabajar con distintos materiales (textura, densidad, tamaños, etc.), alcanzando el nivel adecuado de precisión y coordinación, además, este tipo de actividades ayudan al desarrollo de la creatividad e imaginación de los pacientes.
Crecemos en un mundo en el que todo va muy rápido, donde las necesidades se cubren de inmediato y los deseos se cumplen en el momento. Esta velocidad y nuestra cultura de la inmediatez no permiten desarrollar la concentración, la paciencia ni tolerancia a la frustración. Todas ellas son cualidades fundamentales para su progreso personal, escolar y, en el futuro, profesional. Con las manualidades para se les ofrece la posibilidad de trabajar con ellas.
Al realizar un trabajo manual, se debe planificar con antelación qué pasos hay que ir siguiendo. Aun así, se encontrarán con alguna dificultad que deberán solventar con ingenio. De esta manera, los pacientes pueden aprender a planificar y resolver problemas.
Este tipo de actividades ayudan a aumentar el autoestima, la autoconfianza y la capacidad de superación de los jóvenes, a su misma vez que trabajan en equipo y favorecen las relaciones sociales
