Preguntas Frecuentes

Consecuencias de la ansiedad en la adolescencia

Para un adolescente vivir en un estado continuo de miedo y ansiedad tiene consecuencias importantes. A corto plazo, afecta tanto en el rendimiento académico como en las actividades de ocio. Las relaciones familiares y sociales en general también suelen verse afectadas. No suele ser una situación pasajera, se alternan periodos libres de síntomas con periodos de crisis que van variando en intensidad; de hecho, muchos adultos que consultan en servicios de salud mental señalan el inicio de sus dificultades durante la adolescencia, siendo los trastornos de ansiedad uno de los más habituales



Recordemos que la adolescencia es una etapa crítica en el desarrollo de la personalidad. Se consolidan aspectos importantes como la autoestima, el autoconcepto, la regulación emocional. La ansiedad en esta etapa puede suponer una “puerta” a sufrir otros trastornos de salud mental, como depresión, fobias o abuso de sustancias. Por ejemplo, las personas que sufren crisis de angustia recurrentes tratan de evitar situaciones que creen que podrían desencadenar un nuevo episodio. Este comportamiento de evitación puede desencadenar fobias relacionadas con estas situaciones o con objetos relacionados.




Actuar tempranamente puede evitar complicaciones más serias. Dado que se trata de un problema internalizante, es decir, un tipo de sufrimiento que no se manifiesta externamente en comportamientos disruptivos, puede pasar desapercibido o ser minimizado por los adultos. Además, el estigma asociado a los problemas de salud mental a menudo disuado a la persona a hablar abiertamente sobre el tema, considerándolo como una debilidad de carácter.



A menudo son los síntomas físicos que acompañan a la ansiedad los que alertan de la existencia un problema. Es frecuente que sea el médico de atención primaria el primero en identificar que hay un problema emocional.