Qué es la ansiedad generalizada en adolescentes
Si tuviéramos que describir la ansiedad generalizada en una palabra, sería "preocupación". Para hacernos una idea del desgaste que supone para los adolescentes que sufren este tipo de trastorno, imaginemos estar continuamente preocupados, pensando en los peores escenarios posibles, y ser incapaz de dejar de hacerlo. Este trastorno va más allá de la típica inquietud juvenil; es como vivir en un estado de alerta permanente, esperando siempre un desastre.
Los adolescentes con ansiedad generalizada se consumen en pensamientos negativos sobre el futuro, descuidando el presente. Se sienten inquietos, impacientes, y a menudo están agotados física y mentalmente. Les resulta difícil concentrarse, y la irritabilidad es frecuente. Suele ir acompañado de molestias físicas como tensión muscular, como si llevaran una mochila pesada todo el tiempo. También es habitual tener dificultades para dormir, ya sea para conciliar el sueño o no sentirse realmente descansado.
La ansiedad y la preocupación excesiva se extiende a diferentes aspectos de la vida cotidiana. No es solo preocuparse por una cosa específica, sino por un montón. Puede manifestarse en preocupaciones por el rendimiento escolar, la salud, o la situación familiar. No se limita a un entorno específico.
A menudo, los adolescentes que acuden a consulta tienen la sensación de haber sido siempre así. No es fácil determinar en que momento exacto pasó de ser una forma de ser a convertirse en algo preocupante. Suele ir aumentando poco a poco. Los desafíos propios de la adolescencia pueden agravar estos rasgos ansiosos o acontecimientos estresantes vividos pueden haber desencadenado un empeoramiento.
Reconocer y tratar la ansiedad generalizada es vital. No es simplemente un caso de nerviosismo; si no se aborda, puede afectar profundamente la calidad de vida. Estar atento y buscar apoyo profesional es un primer paso.