Trastorno por atracón causas
Con frecuencia las personas que acuden a nuestros centros nos explican que el inicio de los atracones empezó con el intento de seguir una dieta muy restrictiva para perder peso. Aunque durante unos años, se consideró que restringir la alimentación era la causa del aumento de la voracidad y una mayor necesidad de comer compulsivamente, hoy sabemos que las emociones influyen mucho más.
Los atracones se relacionan más con una función “calmante” o “anestésica”. En un primer momento la comida ofrece una evasión ante un malestar emocional. Se recurre a una ingesta exagerada y compulsiva en un intento de calmar los niveles de ansiedad. El elemento común de los atracones suele ser la tensión o el malestar emocional (tristeza, soledad, estrés, ansiedad, etc.). Se empieza con ganas de comer algo y, en soledad, se pierde el control de la cantidad de alimentos que se ingieren. Aunque un primer momento, puede calmar el malestar inicial, pronto aparece la culpa y la vergüenza.
La causa más profunda la encontramos en cierta fragilidad o incapacidad para gestionar situaciones complejas o que resultan difíciles de afrontar. Suele ser frecuente haber vivido experiencias dolorosas en la infancia o la adolescencia, abusos físicos, sexuales, abandono o rechazo. Las personas con este bagaje han sufrido carencias que han ido minando el desarrollo de capacidades y habilidades para gestionar los desafíos de la vida, y las hace vulnerables a sufrir el trastorno.
El gran peso de la parte emocional en el desarrollo del trastorno requiere un abordaje principalmente psicológico para su tratamiento. En Ita Salud Mental nuestro objetivo va más allá de conseguir el control de la ingesta. Trabajamos para recuperar el bienestar físico y emocional.
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