Preguntas Frecuentes

Grados del espectro autista

El autismo o trastorno del espectro autista (TEA) muestra diferencias importantes respecto al grado de afectación. A nivel clínico, los profesionales diferencian 3 niveles de gravedad en función del grado de autonomía alcanzado. El nivel 1 indica menos necesidad de ayuda para llevar a cabo actividades cotidianas y el nivel 3 sería el que más apoyo necesita.



Un niño/a afectado/a por este trastorno puede sufrir retrasos importantes en la adquisición del lenguaje o incluso no hablar ni mostrar interacción con los demás. Del interés prácticamente nulo por comunicarse con los demás a dificultades menos severas centradas en la dificultad por entender a los demás. No sólo se puede observar en el habla, también la comunicación no verbal puede estar alterada. Pobreza de gestos que acompañan la comunicación o una expresión facial rígida con ausencia o escaso contacto visual.



Las conductas repetitivas pueden variar en su intensidad. La necesidad de repetición o de seguir determinados rituales puede dar origen a problemas de conducta cuando no se les permite llevarlos a cabo. Estas situaciones pueden alterar el día a día de las familias en mayor o menor medida dependiendo del grado de afectación.



A nivel sensorial, bien se puede observar una sensibilidad extrema a ruidos, luces, olores y texturas o, por el contrario, una falta de sensibilidad ante el dolor, la temperatura, etc. lo que puede suponer un riesgo importante a sufrir accidentes.



La presencia o no de retraso intelectual es un factor determinante en el grado de afectación. También la presencia de algún otro trastorno mental. Por ejemplo, en niños/as afectados de Autismo de Alto Funcionamiento, la capacidad intelectual está dentro de lo normal y el lenguaje está desarrollado. En estos casos, normalmente el nivel de adaptación es mucho mayor a pesar de las dificultades propias del trastorno.