Cuando nos hablan de drogas de consumo en España, tendemos a pensar en marihuana y cocaína, olvidándonos de la droga más consumida en el país, el alcohol. ¿A qué se debe esta relativización?
El alcohol es una de las drogas legales más consumidas en España, y, es una de las drogas que mayor efecto tiene en el organismo, produciendo efectos muy perjudiciales para la salud, ya que es la única droga que puede producir la muerte cuando se da el síndrome de abstinencia (Delirium Tremens).
La sociedad ha interiorizado el consumo de alcohol dentro de las diferentes esferas de la vida cotidiana: en comidas familiares, celebraciones…
El alcohol pasa a ser un producto más dentro de la vida diaria, desvinculándolo del lumbral de las “drogas” y olvidando el grave problema de adicción que puede generar si se consume en exceso.
Es muy importante no olvidar que el alcohol es una sustancia adictiva, y que un consumo descontrolado y/o elevado de éste, puede tener severas consecuencias en el organismo humano.
El alcoholismo es una adicción que hace que la persona sea incapaz de controlar su consumo: bebe alcohol a diario o varias veces a la semana, necesita el alcohol para evadirse o afrontar algunas situaciones de su vida, tiene dificultades para controlar la frecuencia y cantidad de alcohol que consume, y necesita ayuda para dejar de consumirlo.
En España la prevalencia de alcoholismo está entre el 5% y 7%; esto se traduce en que más de 2.5 millones de españoles sufren alcoholismo. Según datos del Ministerio de Salud, el 78% de la población ha consumido alcohol en el último año, el 34% en el último mes, y consumen a diario alcohol un 10% de la población. Además, el riesgo de muerte por alcohol es muy elevado, tanto directa como indirectamente, más de 13.000 personas mueren cada año por esta causa.
A pesar de ser perjudicial, gran parte de la sociedad parece no ser consciente de las consecuencias del abuso de estas sustancias. El Alcohol actúa en mecanismos específicos del cerebro de tal manera que la persona no puede dejar de consumirlo.
¿Cuáles son las consecuencias del alcoholismo en nuestro organismo?
- Farmacodinámica: El alcohol actúa principalmente sobre los receptores GABAa y los NMDA.
- Actúa sobre los receptores GABAa potenciando la acción inhibidora de estos, aumenta las propiedades sedantes, ansiolíticas, relajantes musculares e hipnóticas. A dosis bajas, el alcohol es un euforizante, pero cuando se aumenta la dosis produce los efectos contrarios. Además producen alta tolerancia y dependencia.
- Con el consumo crónico de alcohol, se producen cambios en los receptores NMDA, aumentando su número y produciendo síntomas graves en los síndromes de abstinencia. Este receptor suele ser excitatorio, pero al inhibir su efecto, se aumentan las propiedades ansiolíticas y amnésicas.
- Efectos reforzantes:
- Dopamina: el principal efecto del alcohol es la liberación de esta hormona que produce sensación de placer y bienestar. Cuando irrumpimos el consumo de alcohol, el nombre de dopamina disminuye y por lo tanto, se produce un efecto de malestar, tristeza y otros síntomas depresivos.
- Opioides: el alcohol también libera más opioides, generando un mayor efecto gratificante.
- Serotoninaà la serotonina es un receptor excitador. Un mayor consumo de alcohol produce un aumento de ciertos receptores de serotonina ayudando a sus propiedades reforzantes y a la sensación de placer.
- CRF: se produce un aumento de la liberación de CRF cuando se da una abstinencia de alcohol; esto puede determinar los estados de euforia y el aumento del estrés al abandonar la droga.
- Neuropéptido Y: se relaciona con la liberación de dopamina. Puede reducir los efectos del síndrome de abstinencia, reforzando la liberación de dopamina y reduciendo los niveles de estrés.
- Relaciones: una persona que consuma excesivamente alcohol, muy probablemente, desarrollará una tolerancia similar al cannabis y a la nicotina. Los efectos conductuales en ocasiones también pueden ser similares, por eso se suele dar el consumo de ambas drogas de manera simultánea.
Podemos concluir, que la adicción al alcohol viene dada por esta liberación de dopamina, haciendo sentir al adicto eufórico, feliz y desinhibido; liberando serotonina y opiáceos para reforzar esta sensación de bienestar. El problema empieza cuando la persona necesita incrementar las dosis de alcohol para conseguir los mismos resultados y la sensación de malestar que se da cuando los efectos de felicidad e inhibición han acabado. Es imprescindible saber que los efectos del alcohol son irreversibles y debemos conocer los efectos que pueden tener estas drogas dentro de nuestro organismo.
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