Adicciones

Consumo de alcohol en jóvenes

30 de Agosto, 2020 Toni Albert Antolin

El alcohol es la droga que con diferencia está más aceptada en nuestra sociedad, también es la más consumida; probablemente, el alcohol es la droga que más problemas sanitarios y sociales produce en nuestro país.

 

Según la encuesta sobre el uso de drogas en enseñanzas secundaria en España (ESTUDES. 2018-2019), entre los 14-18 años, el 74,1% de hombres y el 77,5% de mujeres ha consumido alcohol en los últimos 12 meses. En referencia a los últimos 30 días, aproximadamente 6 de cada 10 estudiantes ha bebido alcohol en dicho periodo, observando que el 24,3% de los estudiantes ha experimentado alguna borrachera en este periodo y el 32,3% ha realizado binge drinking, es decir, ha tomado 5 o más vasos de bebidas alcohólicas en un intervalo aproximado de dos horas.

Estas cifras tan elevadas de consumo de alcohol en jóvenes pueden explicarse por diversos factores: el hecho de que sea una droga legal y aceptada socialmente puede favorecer la creencia errónea en muchos jóvenes de que el consumo de alcohol es un problema menor que el consumo de otras sustancias ilegales y menos aceptadas socialmente. La asociación entre celebración, festejar y alcohol está presente en la mayoría de los hogares, la publicidad de las bebidas alcohólicas también promueve esa asociación entre alegría, disfrute, felicidad y alcohol. Todo ello promueve una visión positiva y alegre de esta droga. La presión grupal de los iguales también es un factor a tener en cuenta, ya que durante la adolescencia y primera juventud el grupo de iguales es prioritario para ellos. Además, el bajo precio del alcohol y su facilidad de acceso, convierten al alcohol en una droga totalmente accesible para cualquier adolescente.

 

Es frecuente en jóvenes el consumo de alcohol en atracón o binge drinking, muchas veces se produce en fin de semana en los conocidos “botellones”, aunque puede producirse en otro tipo de contextos. Este tipo de consumo se caracteriza por el consumo de grandes cantidades de alcohol en poco tiempo. Según diversos estudios este tipo de consumo duplica el riesgo de mortalidad y podría desencadenar alteraciones cerebrales irreversibles. Esto revela que no es necesario que un adolescente o joven, beba a diario para que pueda sufrir las consecuencias negativas de esta droga, por tanto, es una irresponsabilidad normalizar o minimizar este tipo de consumo.  Por si todo ello fuera poco el consumo de alcohol en la adolescencia y juventud aumenta la probabilidad de desarrollar en la adultez una dependencia de bebidas alcohólicas, además esta droga se convierte en muchas ocasiones en la puerta de entrada hacía el consumo de otras sustancias.

Algunas investigaciones científicas han demostrado que el consumo de alcohol en la adolescencia, y especialmente el consumo “en atracón”, puede afectar el sistema nervioso central a distintos niveles: Afecta al desarrollo cerebral que se encuentra en un período crítico, interfiriendo de tal forma que puede condicionar el desarrollo del potencial personal del joven. Afecta al hipocampo que es la zona cerebral relacionada con la memoria y el aprendizaje, con las consecuencias que esto puede suponer a nivel académico y/o profesional. El consumo de alcohol puede producir daños en la planificación de tareas y la memoria.

Las consecuencias negativas del consumo de alcohol son múltiples y van desde consecuencias en la salud física y psicológica a problemas en otros ámbitos como el empeoramiento del rendimiento escolar o laboral, los accidentes de tráfico, el deterioro de relaciones personales, comportamientos violentos o prácticas sexuales de riesgo.

 

Algunos signos de alarma que pueden ayudarnos a detectar si un adolescente o joven está realizando un consumo abusivo de alcohol son:

  • Descuido de su persona en cuanto a cuidado o aseo
  • Aislamiento  
  • Cambio en sus rutinas
  • Aumento o disminución de las horas de sueño
  • Síntomas de ansiedad, depresión, impulsividad o inestabilidad.
  • Alejamiento de la familia
  • Cambio de grupos de amigos
  • Mentir
  • No cumplir horarios pactados de llegada a casa.
  • Bajo rendimiento escolar o laboral
  • Abandono escolar
  • Absentismo escolar o laboral

Psicólogo de Ita Adicciones

 

Psicológo General Sanitario

Especialista en Adicciones

Máster en Psicología Clínica y medicina conductual (UAB)

Máster en Terapias de Tercera Generación (UAL)