Adicciones

Navidad Exigente

20 de Diciembre, 2020 Imma Ribé

Además, este año 2020 ya ha traído consigo un regalo desde el mes de marzo: Una pandemia mundial. El Covid-19 no ha dejado de ponernos retos psicológicos de adaptación e incertidumbre constante, así como de gestión de duelos por todo tipo de pérdidas, tanto humanas como económicas y sociales.

 

Por lo tanto, con toda esta situación, ¿cómo hacemos las personas para encajar en ese proyecto Navideño perfecto en el que deberíamos estar radiantes?

 

Siempre que obligamos a nuestro cerebro a sentir, pensar o crear algo impuesto es a costa de nuestra salud mental, de emociones negativas y de mecanismos de defensa que nos sostienen temporalmente pero que acaban desgastándose a la larga.

 

La ansiedad, la depresión, el aburrimiento, los cambios en el sueño, mayor irritabilidad y discusiones con el entorno, el estrés, la responsabilidad en los eventos familiares, la presión por cumplir expectativas, la comparación, los gastos económicos, la melancolía de tiempos mejores sin la falta de seres queridos o la soledad, van a estar presentes en muchas personas durante estas fechas.

 

Lo cierto es que todo ello puede ocurrirnos en cualquier momento del año, pero las festividades Navideñas agrandan ese malestar, precisamente por esa exigencia añadida de lo que deben ser unas fiestas felices.

En estas situaciones, el consumo de alcohol y de cualquier otra sustancia (como porros o cocaína entre las más frecuentes) se plantea como vía de escape a todo ello.

 

Especialmente el consumo de alcohol está aún más permitido socialmente si cabe en estas fechas. Hay comidas familiares y eventos organizados que incluyen el alcohol con total normalidad y que suponen una excusa perfecta y justificada para evadirse del malestar real que puede haber detrás de cada persona por esa situación, pasando esta problemática desapercibida.

Cuando alguien es adicto a una o varias sustancias, necesita consumirlas sin condiciones. Cuando la enfermedad está avanzada la persona acabará consumiendo sola, pero eso supondrá un coste emocional añadido por la evidencia del problema de adicción, que acostumbra a enmascarar siempre que puede. La Navidad, entonces, supone un consumo más acompañado y excusado que en otros momentos del año, y esa “tranquilidad” probablemente representa un consumo mayor.

 

El objetivo es encontrar la manera de lidiar con una época navideña en confinamiento, en soledad o en compañía, sin la necesidad de recurrir al alcohol y a las drogas ilegales. Pero esto no es tan fácil cuando entendemos la adicción como un trastorno que precisamente tiene como objetivo "lidiar" (sin resolver) con todas las emociones que pueden resultar difíciles para las personas. Con lo cual, ante más malestar y necesidad de gestión emocional, más necesidad de consumo de sustancias para camuflar las emociones. Estas fechas ponen ambos requisitos en bandeja.

 

Para finalizar, y como ya se ha ido explicando, la adicción obviamente no es exclusiva de la Navidad pero sí puede ser este un momento de especial riesgo para quien consume y también para su entorno. El motivo es la dificultad de manejo emocional que implican estos días y más, en este 2020 devastador. Crear consciencia a tiempo y pedir ayuda profesional en adicciones puede ser la solución para cambiar este adjetivo para el nuevo año.

Psicóloga de Ita Adicciones

Psicóloga General Sanitaria

Especialista en Adicciones

Máster en Psicoterapia Integradora

Postgrado en Psicopatología Clínica