Salud Mental

¿Estamos preparados para la lucha?

24 de Mayo, 2020 Milagros Burguera

Nuestra genética dice que sí. Así ha sido durante millones de años, desde que el mundo es mundo. El ser humano tiene una gran capacidad de adaptación, y es un animal inteligente. Hemos pasado del escepticismo e incluso incredulidad de que lo que estaba ocurriendo era real, a sentirnos todos unidos en una extraña lucha común contra un enemigo invisible en las calles, pero que nos recuerda tras cada mascarilla, que existe, que es peligroso, y que sigue haciendo estragos en los hospitales.

Torcuato Luca de Tena mostró quienes eran Los renglones torcidos de Dios, en su maravilloso libro del mismo nombre. Y son precisamente todos aquellos que no están preparados para la lucha, al menos para una lucha que no se llama Covid 19.

 

La guerra que mantenemos todos los días es latente, y se ha colado sin darnos cuenta en nuestra psique y nuestro inconsciente colectivo, descarada, poderosa, sin pedir permiso. Sin espacio para que tenga lugar una crisis individual evolutiva antes de llegar al compromiso de querer admitir sus condiciones.  Una lucha que dice que gana el que finaliza los estudios y consigue un buen trabajo, el que tiene una vida social aceptable, y se maneja bien en las redes. El que consigue una vida estable, ordenada,  tiene pareja, forma una familia, o es single por vocación. El que llega a su jubilación con un estatus merecido y una pensión que le permite terminar de pagar su hipoteca, o en el mejor de los casos viajar y seguir consumiendo cultura. ¿No parece tanto, no?

 

Sin embargo, hay muchísimas personas que no han entrado en esta batalla, son los objetores, desertores o huidos sin más, ¿cobardes? Su lucha es otra, y puede ser desgarradora, sangrienta y letal en un gran porcentaje de la población general. El contrincante son ellos mismos, sus inseguridades, su baja autoestima y su inestabilidad emocional. Teniendo por bandera a la tristeza, al miedo, la desesperanza, la confusión, o la inadaptación social es difícil vivir libre, tranquilo y en paz.

Muchas personas tendrán por ello problemas con la comida, se cortarán o tendrán un caos de relaciones sentimentales y sociales. Otras recurrirán a las drogas, tendrán problemas en casa, en el instituto, o en el trabajo.  Cuántas personas maltratan o son maltratadas, cuantas personas sufren en silencio su batalla diaria contra ellos mismos, pero deben fingir que les importa la guerra en la que estamos todos, la de sobrevivir a una sociedad despersonalizada, individualista, deshumanizada, y robotizada - todo llegará -.

 

Para Luca de Tena los renglones torcidos eran los “locos institucionalizados”. Hoy también lo son las mujeres, niños y personas mayores que sufren maltrato, niños, niñas y adolescentes que son objeto de acoso escolar, los deprimidos, los sin techo, los que son diferentes, las personas mayores que están solas, y todos aquellos que en silencio viven su propia guerra.

El Covid 19 ha hecho que pare todo. Todos han reestructurado sus rutinas porque ahora el enemigo es otro, y común a todos, los que están preparados y los que no. Para esto nadie lo estaba. Une a las personas, las arrodilla y doblega ante la verdadera realidad: todos somos iguales ante la enfermedad. Igual de vulnerables. Igual de fuertes. La ciencia se mostrará como la única vía con poder absoluto para resolver esta situación histórica.

Quizá sea ésta una prueba donde la especie tenga que demostrar lo fuerte que es para vivir sin afectos, sin cercanía, sin sentir la piel del ser amado. Creo que no podríamos, poco a poco nos iríamos apagando, dejaríamos de respirar. Puede por tanto, que una vez más la clave, esté en los vínculos afectivos, en el amor, en las personas que nos rodean. Esta pandemia nos está avisando de esto. Nos necesitamos los unos a los otros. Saber escuchar, saber tocar, abrazar, besar, mirar a los ojos, aceptar y comprender.

 

El Covid 19 nos ahoga, no nos deja respirar y nos mata. Sin Covid muchas personas tampoco estaban pudiendo respirar…. ¿Lo sabíamos?  

 

Ojalá pudiéramos también descubrir cuál es la fórmula para luchar contra los trastornos mentales. Pero respirar y sentir podrían ser una buena vacuna para empezar.

 

Psicóloga de Ita Previ Valencia

Licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia

Curso de Aptitud Pedagógica

Máster en Intervención en Trastornos de Personalidad y de la Conducta Alimentaria ADEIT-PREVI

Psicóloga General Sanitaria