Adicciones

Día Mundial Sin Tabaco

31 de Mayo, 2020 Carolina Marín García

El 31 de mayo de cada año, se celebra el Día Mundial Sin Tabaco. Es una oportunidad para recordar las consecuencias negativas de este y reflexionar sobre el valor de la salud pulmonar en nuestras vidas.

 

El tabaquismo deteriora a casi todo nuestro organismo. El humo del tabaco contiene más de 4.000 productos químicos, de los cuales al menos 250 son nocivos y más de 50 causan cáncer. Veamos una lista los posibles efectos negativos del tabaco para la salud:

  • Riesgo elevado de padecer cáncer de pulmón, enfisema pulmonar, bronquitis crónica, empeora el asma.
  • Riego alto de sufrir otros tipos de cáncer: de esófago, faringe, laringe y boca.
  • Mayor probabilidad de desarrollar problemas cardiovasculares: tener un infarto o un derrame cerebral.
  • Aumenta la resistencia a la insulina, por lo que puede generarse una Diabetes tipo 2.
  • Aumenta el riesgo de padecer problemas oculares, pérdida de la visión.
  • Aumenta el riesgo de impotencia en los hombres y de infertilidad en las mujeres.
  • Los fumadores son más propensos a contraer infecciones respiratorias.
  • Fumar debilita los sentidos del gusto y del olfato.
  • Mayor riesgo en enfermedades de las encías.
  • Alteración en el aspecto de la piel: envejecimiento prematuro.
  • Alteraciones en el aspecto físico: amarillenta las zonas de contacto con los cigarrillos.
  • Complicaciones en el embarazo y en el feto.

Todos conocemos las numerosas evidencias científicas que demuestran los efectos perjudiciales del fumar en la salud. Sin embargo, sigue existiendo un gran número de personas adictas al tabaco. Esta dependencia es provocada por la nicotina, por eso saber los daños que puede ocasionar, no es suficiente para dejar de consumir la sustancia.

Y es que la nicotina produce efectos físicos y cambios de humor en el cerebro que temporalmente son placenteros, reforzando cada vez más el deseo de consumir tabaco. Adicionalmente, se van desarrollando pautas de comportamientos vinculadas al acto de fumar. Es decir, situaciones que disparan con intensidad el deseo de fumar, por ejemplo, una pausa en el trabajo, el café matinal, después de una comida, situaciones estresantes, estado de ánimo bajo, conducir, salir con amigos, etc.

Paralelamente, abandonar el consumo de tabaco provoca síntomas de abstinencia, como ansiedad, irritabilidad, problemas de concentración, sentimiento de pérdida, tristeza. Por ello, la mayoría de los fumadores que han intentado dejarlo por su cuenta han fracasado.

 

Para tener más probabilidades de éxito en un tratamiento para dejar de fumar, se recomienda abordar los aspectos físicos y psicológicos asociados a la dependencia de la nicotina. En otras palabras, para mantenerse abstinente es importante gestionar los síntomas físicos y los cambios emocionales que van surgiendo, recurriendo al médico de atención primaria y buscando soporte psicológico bien sea individual o grupal, o ambos.

También es importante destacar el valor del apoyo familiar y social, comunicarles el plan y poner una fecha, plantearse espacios libres de humo, realizar actividades que sean incompatibles con el consumo de tabaco, compartir el proceso y expresar las necesidades. Todo esto ayuda a desarrollar estrategias de afrontamiento eficaces que fortalecen el objetivo y la motivación.

Tener una lista de beneficios por dejar de fumar y repasarla en momentos difíciles, evita tener recaídas que puedan desencadenar en abandonar la meta.

Finalmente, practicar un diálogo interno positivo ayuda a reconfortarse y aumenta la fortaleza interior, para así revalorar y disfrutar de salud pulmonar y emocional.  

Psicóloga de Ita Adicciones

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