En la era digital actual, los adolescentes están expuestos a una cantidad sin precedentes de pantallas y dispositivos electrónicos. Desde los teléfonos móviles hasta las tablets y los ordenadores, los adolescentes utilizan estas pantallas para comunicarse con sus amigos, navegar por internet, hacer deberes escolares y jugar a videojuegos (Twenge, 2017). Aunque la tecnología ha traído muchos beneficios, también conlleva riesgos, especialmente para los adolescentes.
Uno de los principales riesgos del uso de pantallas en los adolescentes es el impacto negativo en la salud mental (Twenge & Campbell, 2019). El uso excesivo de dispositivos electrónicos puede llevar a la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental (Levenson, Shensa, Sidani, Colditz, & Primack, 2016). Los adolescentes que pasan demasiado tiempo en las pantallas también tienen más probabilidades de experimentar trastornos del sueño, lo que puede afectar a su rendimiento académico y a su salud en general.
Además de los riesgos para la salud mental, el uso excesivo de pantallas también puede tener un impacto negativo en la salud física de los adolescentes. La exposición prolongada a las pantallas puede provocar fatiga visual, dolores de cabeza, cuello y espalda, y otros problemas de salud relacionados con la postura (Twenge, 2017).
Otro riesgo del uso excesivo de pantallas en los adolescentes es el impacto en su capacidad de socializar y desarrollar habilidades interpersonales. Pasar demasiado tiempo en las pantallas puede llevar a la desconexión social y la falta de habilidades sociales (O'Keeffe & Clarke-Pearson, 2011). Los adolescentes que pasan mucho tiempo en las pantallas también pueden tener dificultades para comunicarse de manera efectiva en persona.
Además, el uso excesivo de pantallas puede tener un impacto negativo en el rendimiento académico de los adolescentes. La distracción constante de los dispositivos electrónicos puede dificultar la concentración y el enfoque en las tareas escolares (Rosen, Carrier, & Cheever, 2013). Además, el uso excesivo de pantallas puede llevar a un menor tiempo dedicado al estudio y a la procrastinación.
Por último, el uso excesivo de pantallas también puede tener un impacto negativo en la seguridad de los adolescentes en línea. Los adolescentes que pasan mucho tiempo en las pantallas tienen más probabilidades de ser víctimas de ciberacoso, sexting y otros riesgos en línea (O'Keeffe & Clarke-Pearson, 2011).
En resumen, el uso excesivo de pantallas en los adolescentes puede tener muchos riesgos, incluyendo impactos negativos en la salud mental y física, las habilidades sociales, el rendimiento académico y la seguridad en línea. Por lo tanto, es importante que los padres y educadores trabajen con los adolescentes para establecer límites saludables en el uso de pantallas y fomentar actividades fuera de línea para promover un estilo de vida equilibrado y saludable.
Pautas para prevenir el uso excesivo de pantallas