La terapia de grupo, nacida tras la Segunda Guerra Mundial en EEUU, gracias a la asociación de profesionales de diversas escuelas terapéuticas, se trata de una modalidad psicoterapéutica guiada y moderada por un profesional de la salud mental cuya finalidad es la promoción de la cohesión, apoyo, empatía y aprendizaje de un grupo de personas que comparten características emocionales, psicológicas y/o conductuales.
Esta herramienta, hoy en día totalmente incorporada al campo de la salud mental, aporta numerosos beneficios en la evolución y mejora dentro del proceso terapéutico:
- Los y las pacientes experimentan la sensación de apoyo mutuo y sentido de pertenencia al desarrollar la empatía, sentirse comprendidos compartiendo experiencias con otras personas con vivencias similares y experimentando ser parte de un grupo de iguales.
- El desarrollo de habilidades sociales se lleva a cabo a partir de la interacción guiada del grupo potenciada mediante herramientas saludables como el establecimiento de límites adecuados en las relaciones, la comunicación eficaz y empática y la psicoeducación en cognición social.
- Además, gracias a la experiencia de los compañeros de grupo, los pacientes adquieren nuevas herramientas a través del aprendizaje vicario.
- Se promueve, mediante la introspección, el autoconocimiento y el desarrollo de nuevas perspectivas vitales mediante la reflexión grupal.
- Este tipo de terapia, complementada con la terapia individual, aporta además, numerosos beneficios a nivel de creación de un sistema sólido de apoyo donde se ponen en marcha habilidades sociales adecuadas en un entorno terapéutico.
- Ofrece un espacio para la Catarsis emocional al crearse un entorno seguro en el cual los pacientes expresan todo tipo de emociones y percepciones libres de juicio ajeno.
- La modificación de conducta experimentada en un entorno social seguro promueve cambios de comportamiento estables y duraderos.
En resumen, los y las pacientes pertenecientes a grupos terapéuticos experimentan una evolución positiva sólida en su recuperación, además de beneficiarse de un desarrollo a nivel personal y social válido para todas las áreas de su vida cotidiana. Todo esto, teniendo una sensación de comprensión, acompañamiento y pertenencia continuados que contribuyen a la mejora de su autoestima y autoconcepto.
En Ita Salud mental, apostamos por esta modalidad terapéutica complementada con la terapia individual y familiar como tratamiento integral de la salud mental de nuestros usuarios. Además, pretendemos que, tanto las terapias grupales como los talleres terapéuticos se adapten lo máximo posible a situaciones reales de la vida diaria, llevándolas a cabo, en ocasiones, fuera del centro para así generalizar las conductas modificadas a todos los entornos.