Diversos estudios muestran que el consumo de cannabis, por mínimo que sea, provoca anomalías cerebrales en áreas que se relacionan con sensaciones placenteras, especialmente en jóvenes y adolescentes cuyo cerebro todavía está desarrollándose. El tiempo de ocio es tiempo para disfrutar de actividades gratificantes y placenteras; es importante diversificar y acompañar a los jóvenes para que se sientan bien realizando actividades saludables.
Existe la creencia de que, a pesar de que actualmente tenemos a disposición una inmensa cantidad de opciones de ocio, cada vez la sociedad tiene más tendencia a diversificar menos su tiempo libre.
“Los jóvenes no saben divertirse”, “todo el día enganchados al móvil o a la serie”, “solo sabe ir al parque con sus amigos” son algunas de las frases que más oímos los que trabajamos con familias que tienen jóvenes con dificultades. Si a eso se le suma la presencia de consumo de cannabis, la droga ilegal más consumida en España entre los jóvenes de 15 a 24 años, según el informe del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías, aumenta más esta sensación de ocio no saludable.
Algunas de las dificultades con las que nos encontramos los profesionales que trabajamos con pacientes consumidores habituales de cannabis son los bajos niveles de motivación al cambio y un estado apático “permanente”.
Muchas veces, tanto profesionales como familiares encontramos muy frustrante el no poder revertir dicha situación.
Investigadores de Harvard y Northwestern han estudiado los cerebros de personas de 18 a 25 años, que usan la marihuana de forma recreativa y han estudiado el efecto en sus cerebros comparándolo con un grupo control.
La conclusión es que, aunque sea un uso recreativo y “mínimo” se observan ciertas anormalidades cerebrales. Específicamente en el núcleo accumbens y la amígdala, que están implicados en los centros que regulan la sensación de recompensa de las actividades placenteras (comida, sexo, relaciones sociales, …). Es una zona cerebral muy importante, porque de alguna manera determina qué cosas nos gustan y qué cosas no. De manera que para los consumidores de cannabis fuera de esta práctica no hay nada que despierte su interés, que les resulte satisfactorio.
Todo esto nos hace pensar en la importancia de ayudar a estas personas a buscar nuevas formas de usar el tiempo libre para hacer actividades placenteras.
Resulta curioso que acciones tan simples como ofrecer a estas personas experiencias nuevas y diferentes, acompañándolos en su resistencia inicial, generan cambios significativos.
Si a esto, se le suma un buen proceso psicológico (personal y familiar) y la creación de un proyecto de futuro, los resultados son evidentes.
Entonces ¿qué podemos hacer para prevenir la posibilidad de un consumo problemático de sustancias?
Los expertos, sabemos que lo importante es el trabajo a largo plazo. Esto quiere decir que, si un adolescente tiene los factores de protección necesarios, tiene mayor probabilidad de no caer en un consumo abusivo a pesar de la posible influencia de algunas amistades.
Algunos de estos factores de protección, entre muchos otros, son:
- Una buena autoestima y seguridad en sí mismo.
- Tener un criterio propio sobre cualquier tema y tener la capacidad de defenderlo ante los demás.
- Tener objetivos a largo plazo incompatibles con un consumo continuado (por ejemplo, estudios o realizar algún deporte). En concreto, tener un ocio saludable incorporado en su vida.
- Mantener una buena comunicación con los padres, especialmente en temas importantes.
Para los padres es importante saber que deben encontrar el equilibrio entre unos límites claros (horas de llegada...) e ir dando espacios de libertad adecuados a cada edad. La clave está en encontrar la dosis adecuada de cada factor.
El reto para profesionales y familias consiste en motivar y acompañar a estas personas para que sean capaces de llenar su tiempo de ocio con actividades placenteras saludables, lejos de sustancias tóxicas que en un primer momento pueden ser agradables; pero que a largo plazo suponen un grave problema de salud.
En Ita especialistas en salud mental abordamos los trastornos de la conducta de una manera integral, sabemos que los procesos terapéuticos efectivos pasan por tener en cuenta todas las dimensiones del problema que abordamos, de la persona y de su entorno. El éxito de los nuestros tratamientos reside en un abordaje multidisciplinario cuyo objetivo es que pacientes y familias recuperen su vida. En Ita especialistas en salud mental, podemos ayudarte.
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