Salud Mental

El papel de la familia en el tratamiento del TCA

28 de Julio, 2019

La familia, como grupo primario, cumple funciones fundamentales de cuidado, protección, sentido de pertenencia, socialización, así como el desarrollo diferenciado de la identidad de cada individuo.

A lo largo del ciclo vital, la familia va transformándose y asumiendo nuevos retos, así como sumando compromisos y necesidades sobre sus miembros.

 Cuando aparece el TCA dentro de la familia, no sólo la persona afectada queda dañada sino también el conjunto de sus miembros.

 

¿Qué papel tiene la familia en el tratamiento?

La familia ayuda a que se mantenga la adherencia al tratamiento. Este hecho hace que la probabilidad de recuperación sea mayor. El núcleo familiar es fundamental de ayuda y soporte, de amor y aceptación, de validación de los cambios y mejoras en este tipo de tratamientos.

Además, un buen clima dentro de la familia fomenta el desarrollo personal de todos los miembros en función del momento del ciclo vital que atraviesan; la familia se convierte en pieza clave durante el tratamiento ya que son agentes de cambios, que junto con la alianza con el equipo clínico, fomenta la evolución positiva de la persona que padece un TCA.

 

Abuelos, padres e hijos

Cuando hablamos de familia, también ponemos el foco en la generación anterior, los abuelos, figuras que influyen indudablemente en la parentalidad de los padres, que son los referentes que éstos tienen en cuanto a crianza y asumen un papel principal en el vínculo o relación actual con los nietos. 

 

El pasado viernes, en el día de los Abuelos, le preguntamos a una abuela cómo vive el TCA de su nieta:

 

1. ¿Qué es un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) para usted? ¿Qué posibles causas pueden estar detrás de su aparición?

“Para mi tiene que ver con una falta de autoestima que acaba conduciendo a conductas propias como la Bulimia, la Anorexia o la Depresión. Sienten agobio o malestar en cualquier situación, ya sea con los amigos, la familia o en los estudios.

Creo que las causas pueden ser problemas familiares o en la escuela. Sienten que necesitan llamar la atención y no saben cómo hacerlo. Es un querer expresar: ´Estoy aquí´”.

 

2. ¿Cómo reaccionó al saber que su nieta tenía un TCA?

Con mucha rabia, porque lo intuía y ¡no me hicieron caso! Pienso que tenía que haber insistido más en el asunto; no me sorprendió.

He intentado mantener una comunicación con mi nieta desde pequeña. Hemos ido de viaje muchas veces. A veces, veo que cuelga muchas fotos centradas en el cuerpo en Instagram y yo le digo que la gente no tiene que admirarle sólo por tu cuerpo”.

 

3. ¿Qué papel cree que tiene la familia en el proceso terapéutico?, ¿y usted como abuela?

“La familia es lo más importante que tenemos, es fundamental el respaldo que da. Es muy fundamental que intentemos entender más qué es el TCA para poder ayudar.

Como abuela, mi nieta ha sido mi debilidad, nunca le he engañado, siempre le he dicho las cosas con sinceridad y ajustado a su nivel de edad.

Mi papel es estar ahí para todo lo que necesite, en lo bueno y en lo malo. Hablar con ella siempre que lo necesite.”

 

4. ¿En su época qué concepto o conocimiento había en relación al TCA?

“No había conocimiento en mi época de nada de esto. Pienso que no se sabía tanto, era algo desconocido.”

 

5. ¿Qué opina sobre que, en ocasiones, la familia "esconda u omita" el TCA a los abuelos por miedo a preocuparlos?

“Creo que es un grave error. Hay conductas que pueden hacer más daño que explicar de manera clara lo que está padeciendo tu nieta. Prefiero saberlo. Creo que ocultar no lleva a nada, sino a preocupar más. Al final acabamos sospechando que algo está pasando.”

 

6. ¿Qué consejo le daría a otros abuelos que están en la misma situación que usted?

“Que trataran de entenderles y no recriminarles.

Que intenten apoyar al máximo a sus nietos y estar a su lado cuando lo permitan y necesiten.”

Feliz día a los abuelos.

Vuestra aportación es fundamental para seguir luchando contra los TCA.