Salud Mental Adolescente

Pautas para cuidar tu salud mental

25 de Junio, 2023 María Richart

Llega el verano y, quizás, muchos de nosotros empezamos a sentir internamente esa necesidad de abrirnos más al mundo, de salir aprovechando el buen tiempo, de cambiar de rutinas y organizar las vacaciones para viajar y aprender nuevas formas de ver la vida. El tiempo se enlentece un poco y nos permitimos ir a otro ritmo, priorizarnos más, parar y darnos esos ratitos con nosotros mismos y nuestros seres queridos que tanto nos aportan y que tan bien nos hacen.

 

Todas estas estrategias, que, de forma espontánea, ponemos en práctica en este momento del año, y que nos ayudan a resetearnos de un periodo de duro trabajo o de alta implicación académica, son unas herramientas fantásticas para cuidar y proteger nuestra salud mental durante todo el año, si tomamos un poco de conciencia y nos aplicamos en mantenerlas una vez pasada la época estival.

 

 

1. Descansa, relájate y duerme bien

 

Sin descanso, no hay actividad posible. Nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan parar de vez en cuando para recargarse y llevar a cabo los procesos de regeneración que son indispensables para mantenernos con salud y energía para afrontar el día a día. No le escatimes a tu cuerpo horas de sueño para ser más productivo, pues a medio plazo, vas a conseguir el efecto contrario. Respeta tus ritmos, tus ciclos y horarios.

 

 

2. Come bien y lleva una vida activa

 

Cuida tu alimentación, es el combustible de tu organismo para vivir y estar sano. Una nutrición completa, variada y equilibrada, nos permite, no solamente mantener la salud física, sino también la salud mental. Disfrutar de la comida también implica preparar recetas nuevas, comer en compañía de amigos y familia, probar nuevos alimentos y darnos un capricho cuando nos apetezca.

 

¡Muévete! Llevar una vida activa es fácil y mucho más estimulante para tu cuerpo y para tu mente. Intenta no coger siempre el transporte público para recorridos cortos, pasea por tu ciudad, organiza alguna excursión por la montaña, apúntate a clases de baile, juega unas canastas con tus hijos, haz una ruta en bici… notarás los múltiples beneficios rápidamente y las endorfinas recorrer tu cuerpo.

 

 

 

3. Equilibra el tiempo que dedicas a cada cosa

 

Es probable que pasarte todo el día trabajado, te haga sentir altamente desdichado, de la misma forma que pasarte todo el día en casa viendo la tele, aunque ambas sean actividades que en su justa medida nos aportan grandes beneficios psicológicos. Equilibra tu tiempo, dedica un ratito a cada actividad, intenta que en tu día a día haya espacio tanto para las obligaciones como para el ocio, el descanso y las relaciones sociales. Puede costar un poco al principio, pero con un poco de práctica y organización, seguro que enseguida te sientes mucho más satisfecho con tu agenda diaria.

 

 

4. Relaciónate y comunícate

 

Pocas cosas tan agradables y enriquecedoras como una buena charla con amigos, una quedada divertida con tu gente, volver a casa y rodearte de tu familia para compartir como ha ido el día, una videollamada con un ser querido que tenemos lejos, un consejo de tu madre… Las relaciones sociales conforman la sólida estructura de nuestra sociedad, las necesitamos y las disfrutamos, tanto dándonos a los demás como recibiendo. No dejes de ver a tu gente, de hacer planes con ellos, de escucharlos, de compartir.

 

 

5. Escucha tus emociones y actúa en consecuencia

 

Las personas no podemos vivir ajenas a cómo nos sentimos, a nuestras reacciones emocionales ante las cosas que nos pasan y nos afectan tanto positiva como negativamente. Estar conectados con nuestro modo de sentir, nuestros afectos, nuestras necesidades y preferencias, nos ayudará a poder actuar en consecuencia. Escúchate, identifica cómo te estás sintiendo, no lo ignores. Si sientes miedo: protégete, si estás triste: busca consuelo, si estás enfadado: canaliza tu ira y si estás feliz: exprésate y comparte. 

 

 

6. Busca un hobby y algo nuevo que aprender

 

Tener nuevas metas, retos, algo que aprender y mejorar gracias al esfuerzo, es una fuente de motivación y de satisfacción constante que nos hace mucho bien: aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento musical, mejorar las habilidades creativas o deportivas, iniciar un nuevo proyecto personal… Busca algo que siempre hayas querido hacer, sal de tu zona de confort, enfréntate a los miedos y a las inseguridades que puedan surgir y disfruta de la maravillosa sensación de ampliar tus horizontes y sentirte orgulloso de ti mismo y del camino recorrido.

 

 

 

7. Priorízate cuando lo necesites

 

No siempre es fácil, especialmente teniendo en cuenta el ritmo vertiginoso de la vida de hoy en día, las responsabilidades, las exigencias, los compromisos, etc. muchas veces hacen que nos olvidemos de nosotros mismos, de cubrir nuestras necesidades más básicas o simplemente de tener en cuenta que preferimos en cada momento. Siempre que te sea posible, párate a descubrir cómo estás y qué necesitas, cómo te sientes con lo que estás haciendo, valora si vas por el buen camino o si, por el contrario, hay que hacer algún cambio, poner algún límite o virar un poco el rumbo. Date un respiro, haz algo que te apetezca: medita, date un masaje, lee, cuida de tus plantas… probablemente todo lo demás, seguirá esperándote para cuando estés listo de nuevo.

 

 

8. Pide ayuda profesional y acude a terapia llegado el momento

 

Si llegado el caso, sientes que no estás bien, que algo no funciona, te siente sobrepasado por las emociones, por los problemas, por el día a día. Si tu estado de ánimo no mejora, si las ganas no vuelven, si el sueño no es reparador, si la comida es un conflicto o si las relaciones se te hacen una montaña… si sientes que solo no puedes y la ayuda de las personas de tu alrededor no es suficiente, para eso estamos los profesionales de la salud mental. Para escuchar y arrojar algo de luz en el camino, cogerte de la mano y acompañarte en el proceso de recuperación. ¡No dudes en pedir ayuda!

 

 

Terapeuta en el Hospital de Día de Ita Urgell 

Especialista en Trastornos de la Conducta Alimentaria y en Terapia Familiar Sistémica. 

 

"Comprometida con la vida y con mi trabajo, apasionada del arte en todas sus formas, cuidadora de relaciones y amante de conocer nuevas culturas y de todo aquello que me permita estar en continuo crecimiento"

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