La edad de inicio más frecuente de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) es la adolescencia. Es una etapa de cambio en la que el adolescente desarrolla la personalidad, la autoestima y el rol social, en definitiva su propia identidad. Ante este período de cambios, el trastorno alimentario aparece como una estrategia para sentir sensación de control de sus propias emociones. El adolescente experimenta cambios en sus conductas alimentarias en busca de estabilidad emocional ante tanta incertidumbre.
Existen determinados cambios que nos pueden advertir de un posible TCA en el adolescente. Es común comenzar dietas de adelgazamiento, aumentar o disminuir significativamente la ingesta de agua, o ir al baño tras las comidas. En casa podemos observar variaciones en sus conductas, por ejemplo disminuye las cantidades habituales o muestra resistencia a alimentos que antes tomaba con normalidad, desarrolla rituales como cortar muy pequeño o masticar durante más tiempo. También podrían ser indicadores de TCA tener preferencia por comer solos, interés por organizar el menú semanal así como cocinar para los demás.
El ámbito socioacadémico de los adolescentes puede mostrarnos también conductas patológicas que nos alerten del posible trastorno. Entre otras conductas podemos observar: disminución del rendimiento académico o de la capacidad de concentración, marcada autoexigencia, uso de ropa ancha que busca esconder el cuerpo, ausencia de ingesta a media mañana o disminución de la cantidad que ingiere en el comedor.
Además de las conductas comentadas también podemos identificar otros aspectos, como son la subida o bajada repentina de peso sin justificación médica, aislamiento social, molestias de estómago que se pueden confundir con intolerancia alimentaria, aumento de la actividad física, u obsesión con el peso y la imagen corporal.
Si observamos conductas de este tipo en el adolescente, es recomendable contactar cuanto antes con un centro especializado en TCA como los centros Ita especialistas en Salud Mental para evitar que la situación se agrave. En ABB, grupo Ita, desarrollan un tratamiento integral especializado en los trastornos alimentarios que aborda todos los ámbitos afectados por la enfermedad. Cuenta con un equipo multidisciplinar que trabaja el ámbito psicológico, familiar, social y nutricional del paciente.
Según la gravedad de la enfermedad existen distintas modalidades de tratamiento que se ajustan a las necesidades del paciente. Para los casos que requieren una mayor contención sintomática y emocional se cuenta con un internamiento en el centro con atención 24 horas. Para aquellos pacientes de una gravedad ligeramente menor y un entorno familiar adecuado existe la opción de Hospital de Día, donde el paciente asiste a actividades y terapias grupales durante el día y vuelve a casa para la cena. Por último, podemos incluir la cena en la modalidad de Hospital de Día, en la cual el paciente sólo vuelve a casa para pasar la noche.
Cuando el paciente presenta síntomas leves, se realiza trabajo terapéutico a través de consultas externas. Actualmente se ha añadido la modalidad de terapia de grupo online para ofrecer alternativa a aquellos pacientes que por su lugar de residencia no pueden acudir al programa Hospital de Día.
Como ya sabemos, para el adolescente el ámbito socioacadémico cobra gran importancia en su desarrollo interpersonal. Para intervenir correctamente en este ámbito es clave trabajar la prevención primaria de TCA, por ello los centros del grupo Ita en coordinación con centros educativos imparten talleres específicos.
Ital ofrece programas diferenciados de prevención primaria enfocados a profesores, padres y alumnos. En estos talleres se trabajan aspectos como la autoestima y el autoconcepto, y se ayuda a identificar las conductas de riesgo en el adolescente. Además se trata la comunicación emocional, hábitos saludables y mitos sobre alimentación; se promueve el ejercicio saludable, así como una mirada crítica a los valores de la actual sociedad.
