Trastornos de la Conducta

La vuelta al instituto

11 de Septiembre, 2022 Beatriz Rodríguez

La referencia temporal de la infancia y la adolescencia por antonomasia es el curso académico: septiembre es su año nuevo. De algún modo y por extensión, también lo es para sus familias y el entorno adulto que los acompañamos.

 

Llegados a este punto del calendario y dentro de la heterogeneidad, a la adolescencia les toca despedirse de la laxitud de las rutinas veraniegas, donde el ocio, las relaciones sociales e incluso el aburrimiento son protagonistas; para dar paso a un escenario donde lo académico es el eje vertebrador del día a día, con rutinas más estructuradas y demandantes.

 

Todo cambio (y comenzar un nuevo curso no es uno menor) requiere de un tiempo para adaptarse a los nuevos hábitos, retos académicos y responsabilidades. Es frecuente en las primeras semanas observar o escuchar en los adolescentes expresiones de ansiedad, irritabilidad, decaimiento o apatía de baja intensidad y duración. La función de estas manifestaciones es adaptativa, el de transitar hacia el cambio asumiendo las pérdidas, siendo especialmente valioso que el entorno adulto enfatice en actitudes de escucha activa, validación del disconfort y transmisión de firmeza y seguridad, en definitiva, de acompañarlos en su autoajuste.

En el caso de la adolescencia con Trastornos de Conducta, la relación con el mundo académico suele estar conflictuada, atendiendo a las características constitutivas de dichas problemáticas:

  • Oposición a normas y límites
  • Rechazo a las figuras de autoridad
  • Actitud negativista o desafiante

La problemática conductual es un reflejo del malestar interno del adolescente y sus características, suponen un factor de riesgo para el rendimiento, la convivencia académica y su autoconcepto. Por ello, resulta fundamental el despliegue de medidas específicas para dar respuesta a sus necesidades particulares y la potenciación de factores de protección. Con ello, la vuelta a las aulas también implica incorporar a los centros educativos, en la tarea de detección y prevención, así como un nuevo agente de cooperación con las familias.

 

Más allá de lo mencionado y ante el nuevo año, familias y adolescentes despliegan sus propias expectativas, temores e incertidumbres sobre los próximos meses, frecuentemente no coincidentes, ni comunicadas. En el caso de Trastornos de Conducta, la distancia entre la visión familiar y del adolescente es mayor e incluso, fuente de conflicto, desgastando los vínculos familiares.

 

Desde Ita especialistas en salud mental, acompañamos a las familias y adolescentes con problemáticas conductuales con el principal objetivo de disminuir el malestar emocional y reparar las relaciones familiares, dotándolos a partir de la psicoterapia y rehabilitación psicosocial de habilidades y estrategias de afrontamiento funcionales para su desarrollo en bienestar.

 Directora y psicóloga de Ita Berducido

 

Experta en la atención a adolescentes y familiares en proceso de inclusión social