Podemos definir el ocio como aquellas ocupaciones, que se realizan de manera voluntaria en nuestro tiempo libre. Son aquellas actividades que se realizan en nuestro tiempo libre, dedicadas a la realización de nuestros intereses, motivaciones y aficiones.
Sin embargo, el ocio saludable son estas mismas actividades que se realizan de forma saludable y tiene una serie de beneficios para el desarrollo personal de todo ser humano. Añadir, que a través del ocio saludable, tratamos de mejorar la salud mental, fomentar la inclusión social, mejorar el autoconcepto y nuestro estado de ánimo o nivel de satisfacción.
En primer lugar, la adolescencia es una etapa caracterizada por la efervescencia de los cambios propios de la edad y el desarrollo de su personalidad. Estos cambios hacen que vivan de una forma intensa, el cómo se relacionan con el mundo. Esta intensidad debe ser regulada y estructurada para poder disfrutar y aprovechar aquellos momentos donde las obligaciones y deberes quedan en un segundo plano.
Así mismo, los adolescentes podrían utilizar de una manera inadecuada su tiempo dedicado al ocio. Este uso inadecuado del tiempo libre puede convertirse en un factor de riesgo para todas aquellas personas que no estructuren de forma saludable su tiempo libre. Esta situación puede agravarse, si hablamos de adolescentes con problemas de salud mental, pues se trata de un colectivo vulnerable. Estas dificultades añadidas suman un plus a la complejidad de la situación de estos adolescentes
Por un lado, el grupo de iguales coge un peso importantísimo en la toma de decisiones de los adolescentes. En muchas ocasiones, el ocio de los adolescentes está condicionado a aquellas dinámicas realizadas por su grupo de amigos y personas cercanas. De aquí la importancia de que todos ellos puedan realizar un trabajo interno y puedan descubrir sus propios intereses y aficiones, con la finalidad de diversificar sus intereses y puedan aumentar el abanico de oportunidades, a nivel de ocio saludable.
Para poder disfrutar de un ocio saludable, nuestros adolescentes deben mostrar un alto grado de voluntariedad en dejar atrás las dinámicas tóxicas y de riesgo, del pasado. En relación a esto, nuestro papel juega un papel muy importante, ya que hacemos de guías y acompañantes en busca de hábitos que ayuden a obtener y sostener una vida saludable.
Nuestra misión final es conseguir la inclusión social de este colectivo; acompañándolos para salir de las dinámicas tóxicas del pasado; favoreciendo así, que el adolescente interiorice los valores necesarios para disfrutar del tiempo libre, y trabajar la responsabilidad en la toma de decisiones, sin perjudicarse a sí mismo, ni a terceros.
Velamos por un ocio adaptado, organizado, planificado, ya que esto fomenta la responsabilidad, el esfuerzo, la constancia, la consecución de hábitos y consecuentemente mejora nuestra calidad de vida exponencialmente.
Podríamos especificar varios beneficios, de los cuales, cabe destacar que una actividad de ocio en grupo ayuda a fomentar la cooperación, el trabajo en equipo, el sentimiento de pertenencia y fomentar nuevas relaciones, entre otras.
En conclusión, promocionamos el ocio saludable, para que el propio adolescente viva nuevas experiencias, y que a través de la educación en valores, los propios adolescentes generen una motivación intrínseca, y sean ellos quien finalmente puedan elegir quién quieren ser y qué vida quieren llevar.