Durante años se consideró un trastorno propio de la infancia, actualmente sabemos que el TDAH persiste en la edad adulta. La falta de atención, la hiperactividad, la impulsividad y las dificultades emocionales, en mayor o menor medida, estarán presentes a lo largo de toda la vida. La repercusión de estas dificultades en el ámbito laboral, familiar o social dependerá entre otros factores de haber recibido la atención y apoyo necesario en etapas previas.



En los adultos, aunque persisten los síntomas, no suele ser el motivo de consulta principal. Si acuden a consulta suele ser por las consecuencias. Dificultades con las relaciones de pareja, problemas en el ámbito laboral o en las relaciones interpersonales. Suelen ser personas con baja autoestima por los fracasos en mantener una vida laboral estable o las relaciones afectivas. Las dificultades asociadas al TDAH como falta de planificación, inconstancia, olvidos, falta de concentración, desorden… son vividas como defectos propios. En muchos casos, pasan a definirse como “desastre”, o “no valgo para esto o lo otro “.



Aunque el TDAH acompañara a la persona a lo largo de la vida, con el tratamiento adecuado se puede llevar una vida plena y completamente adaptada a las diferentes etapas. El tratamiento permite ser consciente que las dificultades y desarrollar estrategias para compensarlas.



En Ita Salud Mental disponemos de una Unidad de Neurodesarrollo especializada en el tratamiento del TDAH y otros trastornos del neurodesarrollo. Para más información, puede llamarnos al teléfono gratuito 900 500 535 o solicitar una visita presencial u online.